El círculo de cal

"Es un regreso a lo básico: al refugio primigenio del actor detrás de una cara ajena", dice Luis de Tavira, director de esta obra, una versión de Der Kaukasische Kreidekreis, del poeta alemán Bertolt  Brecht, el creador del teatro épico.

"Circulo de tiza blanquecina", como se traduce literalmente, es la puesta en escena con la que se retiró Brecht, su única obra con final feliz.

Para el montaje, Tavira utilizó máscaras, música en vivo —dirigida por Alberto Rosas— y coreografías a cargo de la artista Citlalli Huezo.

Una cocinera, tentada por la bondad, adopta al hijo abandonado de un repudiado mandatario, exponiéndose a peligros que culminarán cuando la madre natural lo reclama. Un juez deberá resolver quién se queda con él.

Con 69 personajes, resueltos con 20 actores, es una parábola basada en una leyenda china, de ahí que utilicen viejas tradiciones del teatro, como las máscaras y las técnicas de movimiento corporal.