Feliz año nuevo

Feliz año nuevo, de Rubem Fonseca

Reeditan este libro de cuentos sobre el fino arte de la violencia

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Pobres matones sin escrúpulos que esperan que el próximo año sea mejor, adinerados directores con instintos asesinos, hijos de familias bien con tendencias caníbales y un sinfín y variopinto catálogo de perversiones de la sociedad brasileña, son exhibidos con magistral tino por Rubem Fonseca.

Su ágil redacción permite leerlo en un par de horas, pero su profundidad es tal que invita a releerlo y consultarlo los próximos cuatro lustros. Relatos breves en los que lo mismo tenemos una narrativa convencional que balazos numerados con fragmentos de la trama, o un formato más cercano al guión y que parece un ping-pong entre los personajes H y M.

La crítica mirada de Fonseca muestra lo peor de una sociedad y de una época (Brasil, los años setenta), pero desde una perspectiva que lo convierte en un texto universal, al grado que bien podría tratarse de la Ciudad de México en la época actual o de Kazajistán dentro de 20 años, por citar ejemplos.

Cuando era joven –hace unos 15 años, pues se tratada de otra reedición de este libro que tiene casi cuatro décadas– llegó a mis manos Feliz año nuevo. A partir de la primera página me convertí en un acérrimo seguidor de Fonseca. Da gusto que sea reeditado y así nuevos lectores tengan la oportunidad de acercarse a tan interesante, inteligente y prolífico autor.

Ideal para primeros lectores y obligado para todo aquel que presuma tener el hábito de la lectura.



Feliz año nuevo
Rubem Fonseca
Cal y Arena, 2012

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