¡La exclusiva!

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Annalena McAfee nos entrega una novela sobre el periodismo, pero también sobre cómo se forma la verdad

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Honor Tait fue una periodista muy reconocida, tanto por su trabajo como por su belleza. Fue ganadora de premios e íntima de las estrellas de Hollywood de su época. Ahora, a sus 79 años de edad, trata de sanear sus finanzas con la publicación de libros en los que compila sus trabajos, ediciones que necesitan del apoyo de los medios.

Así, acepta la entrevista de una joven, Tamara Sim, que es "producto de una época en la que se ha echado por la borda la historia y la seriedad. Los jóvenes eran todos unos pistoleros, pequeños Goebbels (por el nazi Paul Joseph) que sacaban sus revólveres cuando oían la palabra cultura. Y la verdad se había vuelto algo subjetivo. Esta es mi verdad, ¿cuál es la tuya?". Siendo prácticos: una veinteañera prejuiciosa e ignorante, que espera un reconocimiento inmediato e inmerecido. Ante un comentario mordaz, apunta en su libreta "consultar: ¿quién es Alejandría? ¿Qué le pasó a su biblioteca?".

Obviamente, choca con Tait, quien se niega a responder preguntas "típicas", como si existiera una fórmula.

"¿Acaso no se ha preguntado nunca por qué sus entrevistas son más anodinas e insustanciales?", se pregunta la decana del periodismo, pues la anciana se considera una mujer que ejerció esta profesión cuando no había otra fuente de información que ser testigo de los hechos; nada de revisar Twitter para "informarse".

A la par, la "gran dama del periodismo británico" es atosigada por la culpa. Quiere agregar un nuevo final al artículo con el que ganó el Premio Pulitzer, quitarse esa carga de encima. Mientras, la joven incluso se logra colar en una fiesta en casa de su entrevistada y no duda en robar objetos personajes en su desesperación por encontrar "la nota", "un pequeño robo sin importancia", una táctica legítima para conseguir una historia, sin saber que sus acciones las conducen a una tormenta que podría destrozar la vida de ambas.

Dejando de lado las referencias que encontrarán aquellos que trabajan en los diarios -y de la historia en sí, entretenida y bien contada-, sirve para demostrar la forma en que se construye la verdad, esa que llega a ser la única para lectores, radioescuchas y televidentes.

¡La exclusiva!
Annalena McAfee
Anagrama, 2012

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