A ocho meses del inicio de la renovación, toda la avenida continúa en caos. Le preguntamos a quienes viven o trabajan aquí cómo sobrellevan la obra
El banderazo se dio el 27 de enero de 2014. Se anunció que la obra duraría 18 meses y contaría con una inversión pública y privada de 480 millones de pesos, con lo que se remozarían 69 mil metros de banquetas.
“Ni nos avisaron que iban a cerrar la avenida. Un día comenzaron a cerrar y ya. No me ha afectado tanto como a otros, pero sí tuve que cambiar mi ruta. Considero que este tipo de obras son muy funcionales, ya que harán la calle más amplia y beneficiarán mucho la circulación”.
“Nos comunicaron que iban a remodelar la avenida, pero eso no se compensa con nada. Mi clientela bajó a la mitad. Para los establecimientos sí tendrá beneficios, pero para los demás no, pues quieren eliminar todo el comercio de la calle. Eso sí me va a afectar”.
“La obra nos está afectando mucho. La clientela bajó 50%. Los empleados dejaron de laborar porque, debido a la falta de clientes, ya no ven la remuneración de las propinas. Haya gente o no, nosotros pagamos renta y nómina”.
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