No cabe duda de que admiramos muchísimas cosas de la cultura japonesa, pero algo que en occidente apreciamos de sobremanera son sus bellísimos jardines. Su arquitectura peculiar y el equilibrio entre naturaleza y quietud es algo que nos hipnotiza. El escultor Isamu Noguchi (1904-1988) tomó los jardines como inspiración para su obra escultórica y fue pionero en declarar que el arte también podía transformar el espacio público y no sólo quedarse en museos y galerías.
El Museo Tamayo Arte Contemporáneo expondrá la obra del artista estadounidense-japonés en una muestra única que por primera vez reúne una investigación que Noguchi realizó durante 50 años, que incluye maquetas, bocetos y fotografías, además de espacios escultóricos dentro y fuera del recinto.
Bajo la curaduría de Manuela Moscoso, la exposición nos da un repaso por la obra de Noguchi, pero sobre todo de las motivaciones que lo llevaron a crear parques lúdicos y escenografías. Algo fundamental en la obra del escultor fue que siempre buscó expandir la práctica artística a la vida cotidiana de las personas. El concepto de construir ciudad e impulsar espacios públicos democráticos es una marca indeleble en todas sus creaciones.