Entrevista a Pedro Almodóvar

Hablamos con el director español sobre su nueva película Los amantes pasajeros

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Los amantes pasajeros es corta, mordaz y descarada. Es tonta, sí, pero no sin cosas serias que decir acerca de la España moderna, a pesar del caos distractor de una historia desbordada con sexo, alcohol y drogas. Películas como La mala educación de 2004, Volver de 2006 y Los abrazos rotos de 2009 han mostrado un lado oscuro y menos colorido del director que se ha encargado de construir casi él solo, la reputación del cine español alrededor del mundo.

Tus últimas dos películas, La piel que habito y Los abrazos rotos fueron bastante mórbidas y reflexivas. ¿Por qué cambiar el tono?
Desde hace un tiempo quería hacer otra comedia, y tuve esta idea cuando estaba haciendo Los abrazos rotos en 2009. Pero vivo con mis historias por mucho tiempo. Además, en este momento, España está viviendo el peor momento desde que se estableció la democracia. Me gusta la idea de que la audiencia irá a ver la película y se sentirá mejor cuando salgan de como se sentían cuando entraron.

¿Tenías curiosidad de ver si aún podías hacer este tipo de cine?
Lo que quería hacer era redescubrir el tono de esas primeras películas. Quizá en realidad estaba tratando de recuperar mi juventud. Tengo 33 años más de cuando empecé. Quería ver si ese tono que me caracterizaba en los 80 seguía ahí. Siempre ha habido mucho humor en mis películas, pero no había hecho una comedia pura desde Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Los amantes pasajeros es ligera y frívola, pero también has dicho que refleja la difícil realidad política y económica en España actualmente. ¿Cómo lo hace?
Es una metáfora de la sociedad española en estos momentos. Esta gente en el avión da vueltas en círculos, no saben cuándo van a aterrizar. Saben que va a ser un aterrizaje de emergencia y que va a ser peligroso. Hay incertidumbre y miedo. Eso representa el momento que estamos viviendo. Pero es una comedia. Todo acaba bien. En la realidad, no sabemos cómo vamos a terminar".

Gran parte de la película vive en un estado de excitación sexual intensificada dentro de esta cabina de avión claustrofóbica. ¿Es el sexo el gran escape de una oscura realidad en tu historia?
El significado de la orgía sexual es que, en este momento de peligro, donde todos pueden acabar muertos, yo quería que ellos se disfrutaran a sí mismos. Quería que disfrutaran uno de los grandes regalos que la naturaleza nos ha dado, que es el sexo. No estoy diciendo que sea una solución para todas las tragedias, pero es una gran forma de decirle adiós a la vida, por si acaso. Merece ser celebrada.

Algunas personas en España creen que Los amantes pasajeros es escandalosa.
España es un país de derecha. El gobierno dice que es de centro derecha, pero no, es de derecha. No extrema, pero derecha. Hay un gran problema en este momento con la familia real y acusaciones de corrupción. La gente ha reaccionado contra la película porque he convertido la catástrofe en España en una fiesta. Pero en términos de sexualidad, nada se ve. La gente habla de sexo de forma explícita. Es sincera, pero no hay sexo explícito.

Hablas del piloto que en tu película tiene un amorío con un sobrecargo. ¿Crees que algunas personas vean difícil que muestres homosexualidad reprimida?
Yo trato con la bisexualidad. Nadie habla en realidad de la bisexualidad, pero es mucho más común de lo que pensamos... Pero estoy empezando a sonar como si la película incomodara a la gente por todos lados, ¡y no! Le está yendo muy bien en España a pesar de que el cine no es muy exitoso en general.

Solemos pensar mucho en sexo y muerte en los aviones. ¿Los amantes pasajeros lleva esa tendencia a la realidad también?
Sí. Sin ser sobre-dramático, la muerte está presente desde el momento que te subes a un avión. Y sí, la fantasía de tener sexo en un avión es muy común también.

Traducción: Héctor Farías.

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