Entrevista con Ira Kaplan

Entrevistar a bandas no es difícil, el problema empieza cuando eres fan. No sabes si tus preguntas son buenas, si te ves muy groupie, o si pierdes objetividad. Cuando me dijeron que iba a entrevistar a Ira Kaplan de Yo La Tengo decidí no darle muchas vueltas y dejarme llevar por la plática. Esto fue lo que pasó.

¿Dónde estás?
En Nueva York, de vacaciones.

Pensé que estabas en Chicago.
No, estuve allá hace unas semanas para el festival de Pitchfork. De hecho hace unos días estaba en una tienda y una persona me reconoció y me dijo que viajó de NY a Chicago para vernos en el festival. Le dije que estaba muy sorprendido, es un viaje largo. No recuerdo el último festival al que fui como asistente, es algo que no hago.

En México vamos hasta Chicago o Coachella.
Yo nunca iría como espectador a Coachella. Los festivales de ese tamaño me ponen nervioso. Debe ser muy divertido tocar ahí, pero no quedarte todos los días. Cuando tocamos en festivales pocas veces veo al resto de las bandas.

¿Entonces tocan y se van?
Mmmm no. Por ejemplo, hace unas semanas tocamos en un festival en Toronto y estuvimos con The Sadies que son grandes amigos. Poco antes fuimos al Latitude en Inglaterra y estuvimos con Calexico y Cat Power. Es muy divertido y disfruto mucho convivir con otras bandas que son de otras ciudades y no veo muy seguido. No es como que tocamos y corremos de ahí. De hecho fuimos a ver a Richard Thompson, pero Latitude es un festival más pequeño, no como Lollapalooza o Coachella.

Además el público es distinto. En festivales puede que no hayan ido a verte a ti, y en tu concierto van específicamente por tu música.
Si, ambos se disfrutan pero la vibra es muy distinta.

La portada de Fade es impactante, ¡ese árbol es inmenso!
Si, es en Portland, Oregon. Llevábamos un buen rato trabajando muy duro y fuimos al noroeste para trabajar con Sam Green en un documental del pensador y visionario Buckminster Fuller. Tuvimos un día libre antes de ir a Los Ángeles a dar un show. Entonces Matador [su disquera] nos propuso usar ese día para una sesión de fotos porque necesitábamos material para promocionar el disco. Entonces contrataron a un fotógrafo en Portland y nos pusimos a dar vueltas, buscando lugares para la sesión. Cuando vimos ese árbol nos pareció increíble, nunca antes lo habíamos visto y en ese momento decidimos que ahí teníamos que hacer las fotos. Inclusive meses antes habíamos trabajado en ideas, pero ese árbol las derrumbó.

Hablando de Fade, contrataron a un productor nuevo en lugar de trabajar con Roger Moutenot. ¿Se aburrieron de él?
Siempre que trabajábamos con Roger era una nueva experiencia, por eso trabajamos tanto tiempo con él. Era muy divertido y emocionante, porque nunca hacíamos las cosas igual, además nos conocemos muy bien. Hicimos 7 u 8 -ya ni me acuerdo- discos con él, y cada experiencia fue única. Siempre antes de empezar una nueva producción contemplábamos la posibilidad de trabajar con alguien más pero siempre terminábamos con Roger. No se exactamente por qué esta vez no fue así, pero se nos ocurrió contactar a John [McEntire] y las cosas se dieron, coincidimos en ideas y horarios. Nos pareció algo emocionante.

Me parece que ustedes dejan que las cosas fluyan y eso se refleja en su música.
Creo que es una combinación de cosas, porque hay situaciones que son complejas y tienes que trabajarlas y solucionarlas. No es que no nos importe, sino más bien somos muy receptivos, sabemos la diferencia entre oír y escuchar lo que se nos dice. Además no tenemos una meta final a la que queramos llegar, preferimos disfrutar el proceso. La gran mayoría de las canciones que hemos hecho terminaron en el disco en el que están de maneras que nunca lo hubiéramos pensado, porque les permitimos cambiar, mutar y crecer mientras trabajábamos en ellas. No es que no pensemos, porque lo hacemos, pero al mismo tiempo estamos abiertos a que las cosas cambien, no nos importa tener el control total y permitimos que la vela del barco navegue.

Es tu tercera vez en México, ¿te gusta la ciudad?
Uno de los clichés de la música es que casi no conoces las ciudades porque te la vives en hoteles, backstages y escenarios. Desgraciadamente para nosotros este cliché es cierto. Nos encantaría tener más tiempo en cada lugar pero no es posible. Viajamos tanto que no podemos darnos ese lujo. Una de las pocas cosas que podemos disfrutar sin necesitar mucho tiempo es la comida local. En nuestros dos viajes previos a México nos volaron la cabeza con los sabores. En específico una vez estaba con James [McNew] y Joe, nuestro tour manager y caminamos por una calle llena de puestitos en la que todo se nos antojaba. ¡Comimos más que una cena normal e íbamos camino a cenar! Me gustaría tener más recuerdos de México, pero al menos estoy contento de tener éstos.

Eres muy honesto, no te interesa quedar bien con nadie.
Así es, pero a veces te metes en problemas. A la gente no le gusta la verdad.

Creo que en el fondo, cualquier músico quiere ser parte de una banda de culto, pero pocas bandas lo logran. Te guste o no, Yo La Tengo es una banda de culto, ¿Cómo te hace sentir?
Esta es una pregunta muy interesante. Cuando empezaste a preguntar, supuse que dirías que cualquier músico quiere ser una superestrella, e iba a coincidir contigo. Tengo que admitir que hay una parte de mi que se pregunta, "¿Por qué nuestra banda no es tan exitosa? ¿Qué tiene esa banda que nosotros no tengamos?" Pero por otro lado creo que tienes toda la razón, porque muchas de mis bandas favoritas son de culto. Honestamente U2 no es mi banda favorita, pero The Kinks lo es. Me gustan las bandas de culto y en consecuencia siempre nos comportamos como una, antes inclusive de serlo, cuando nadie nos conocía. Nuestros conciertos nunca han sido una compilación de nuestras canciones más populares, simplemente tocamos lo que más se nos antoja esa noche. Creo que siempre intentamos ser el tipo de banda que nos gustaría si nosotros estuviéramos del lado de los fans.

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