Entrevista con Sharon Van Etten

El nuevo álbum de Sharon Van Etten, Are We There, es una disección a la introspección. También es el tercer disco de larga duración de la nueva estrella de Brooklyn. En él, Etten habla de problemas de amor, relaciones fallidas y más dramas.

Previo a su presentación en El Plaza, hablamos con  Sharon Van Etten.

Tu carrera realmente despegó en los últimos dos años. ¿De qué forma te afecta esto?
Ha sido muy intenso. Nunca pensé que llegaría tan lejos cantando canciones de amor. Todo está creciendo mucho más de lo que esperaba y esto me hace preguntarme algunas cosas. Justo terminé una relación amorosa de 10 años porque mi carrera se volvió un problema.

¿Qué harías si dejaras la música?
Me convertiría en terapeuta y haría algo real. Es básicamente lo que hago, así me involucré en la música y por eso la comparto con la gente. Sin embargo, cuando todo llega a un nivel en que ya no es personal y desconoces a tu audiencia, se vuelve complaciente.

¿Qué has escuchado últimamente?
Tengo una obsesión con Glass Candy. Hacen música minimalista y rara. Tienen una canción en la que dicen: "This is red/ This is orange/ This is blue/ This is violet". Luego de eso solo repiten "white light" durante el resto del verso. Es supersexy.

¿Has escuchado a Kishi Bashi?
Uh-oh, ¡tomaré nota! ¿Cómo lo escribes?

[Deletrea Kishi Bashi] Él toca el violín, hace beatbox,... me vuelve loca.
¡Cool! Lo escucharé. Últimamente escucho música dance. Corro mucho y hago mucho ejercicio, así que necesito motivación.

Espera, ¿Bailar y correr por todos lados no es una violación a la esencia de Sharon Van Etten?
No soy una persona depresiva. Creo que la gente lo asume por la música que hago. He vivido muchas cosas malas, pero no culpo a nadie. Es como decir "te amo, pero estoy perdida".