La iglesia de La Profesa cuenta con una pinacoteca, que es un edificio destinado a la conservación y exposición de colecciones pictóricas, el cual se fundó en 1977 y contiene más de 355 pinturas al oleó. Organizadas en cuatro salas con orden cronológico; sala Mariana, sala Jesuita, sala Cardenal Newman y sala Tres Siglos. La colección está formada por pintores como; Los Juárez, Correa y Echave del siglo XVII y XVIII, Cristóbal Villalpando y Miguel Cabrera, quien pintaría en los claustros de La Profesa la vida y obra de San Ignacio.
Me enteré que había recorridos por la pinacoteca los sábados así que me lancé a visitarla. Cuando llegué parecía un tipo de lugar secreto, solo cuentan con una lona de mediana medida que contiene los horarios: “Sábados de 12:00 a 14:00 hrs”. Para llegar al punto de reunión tienes que entrar y caminar por el lado derecho de la nave hasta la última puerta. Te recomiendo ser muy puntual ya que el recorrido empieza a la hora indicada y si es tu primera vez en la pinacoteca estarás perdido.
Los guías desde el inicio del recorrido aclaran que el tour es gratis. Durante la visita te cuentan historias del templo y de las obras. Cada nave está a cargo de un guía voluntario que si no es experto en la materia se asemeja a ello. El ir preparado para recibir muchísimos datos es fundamental.
Las dos primeras salas son las más ricas en información, en ella te cuentan desde los inicios de la iglesia hasta los problemas por los que tuvo que pasar la orden. Como amante de la historia mi sala favorita fue la segunda ya que posee los retratos de algunos virreyes y obispos de la Nueva España así como una copia del Acta de Independencia la cual fue firmada en las paredes del templo. Además cuenta con suficientes sillas para sentarse y admirar las obras, algo que se agradece ya que en la primera sala pasas mucho tiempo parado.
Por desgracia no puedo contar nada de la tercera y cuarta sala porque el tiempo vuela. Los guías no pueden dar el tour por las cuatro salas en dos horas ya que cada sala, cada pintura y estructura interna está llena de 500 años de historias.
Por medio de una campanilla muy irritante avisan a los visitantes y a los guías que el tiempo se acabó. Algo que me molestó mucho porque suena por cinco minutos y es muy irritante. El dar sólo dos horas de tour tal vez es estrategia de la pinacoteca para que regreses el siguiente fin de semana, pues prometen que si regresas el siguiente sábado terminaras el recorrido con nuevas historias.
Vale la pena regresar pues como ya lo mencione, los guías están más que preparados y dispuestos a aclarar dudas a cualquier tipo de persona; sea conocedor del tema o sea la primera vez que estas en contacto con este tipo de obra. Así que te recomiendo dejar una cooperación voluntaria al final del tour.
El número de obras supera por mucho a otros museos de la Ciudad de México (a pesar que no es un museo pues sólo alberga obras pictóricas). La Profesa sin duda es una iglesia a la que no puedes faltar si hambre de información novohispana tienes.
