Amati Deli

  • Restaurantes
  • Polanco
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Alejandra Carbajal
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  4. Foto: Alejandra Carbajal
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  14. Foto: Alejandra Carbajal
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Más alegres que buenos son los días desayunados en Amati, este pequeño deli, juice bar y cafetería de tonos blancos y amarillos que te despiertan la pupila. Amati significa disfrutar de la comida en náhuatl y amado en italiano, dos ideas que se me antoja combinar.

Se encuentra entre los griegos Arquímedes y Heráclito, una de las partes caóticas de Polanco que no amaina más que de madrugada; pero a tempranas horas cae ideal entrar a este deli por un café, un jugo o un petit déjeuner (desayuno en francés) antes de seguir en la locura. 

La decoración es muy original con detalles en madera, conservaron la pared de ladrillo pero está perfectamente recubierta en pintura blanca, se siente demasiado limpio. Sobre las mesas hay un par de plantas y las sillas son metálicas; el diseñador de interiores es un genio pues además de aprovechar los espacios al máximo en un local tan pequeño, logró un concepto contemporáneo con un tono de personalidad muy marcado que grita comodidad y siéntete en casa. Lo malo es que no te quieres ir cuando terminas tu café.

A la derecha de la entrada están dos refrigeradores abiertos con los munch y los delis, las estrellas de la modalidad de servicio de Amati, otra genialidad pues el flujo es muy práctico: entras, eliges del refrigerador u ordenas en la caja, pagas y te vas si llevas prisa, si no, te sientas y relajas un rato las ideas.

Para pedir es más fácil de lo que el menú te hace creer, pues aunque tienen muchas opciones, sólo tienes que saber dos cosas: deli y munch. Los deli son sándwiches vegetarianos pero con onda en exceso, mientras que los munch son antojos más pequeños que también pueden funcionar como acompañamientos. Hay combos para que tengas estos dos de la manera que quieras y una bebida, depende de tu hambre.

Hay delis como el provenzal con pimientos asados, queso brie, miel, romero e higos; el agridulce con espinacas, quinoa, camote, piña y cebollín o el fresita, con fresa, lechugas, melón y almendras; probé uno especial estilo provenzal pero con un untable de jitomate y pan rústico crujiente con ajonjolí negro, lo calentaron un poco así que estaba exquisitamente tibio para combinarlo con un latte recién hecho.

En cuanto a los munch puedes encontrar una ensalada griega con queso feta; una pasta toscana al pesto o un mini quiche de cebollas al vino tinto, por ejemplo; me atreví a salirme del menú y tomar del refrigerador un ceviche de camote, era suave y agridulce, con mucha cebolla morada. Cada producto tiene indicado en el menú los beneficios a la salud, pues todos contienen superfoods.

Hay jugos y smothies, probé el jugo samba verde con naranja, perejil, piña, kiwi y jengibre, aunque no sabía mucho a jengibre la combinación verde con cítricos es refrescante y poderosa.

Por las tardes, en Amati las ventajas son para los oficinistas en Polanco pues te puedes comprar un paquete para comer más sano y rápido, o llevar computadora y libro y adelantar trabajos o lecturas.

Amati tiene algo que logras amar desde la primera visita; tiene lo rico para el cuerpo, lo bonito para la vista y lo honesto para la cartera.

Escrito por
Bernardo Robredo

Detalles

Dirección
Horacio 542
Polanco
México, DF
11560
Contacto
7576 3700
Transporte
Metro Polanco
Precio
Consumo promedio por persona $100
Horas de apertura
Lun-vie 8am-9:30pm, sáb-dom 9am-6pm
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