Sanborns

Sólo en Sanborns

Es uno de los restaurantes más tradicionales en la ciudad: nadie puede decir que nunca lo ha visitado o probado sus enchiladas. Aquí analizamos a los personajes que lo frecuentan.

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Clavel rojo, clavel blanco en un florero azul ¿dónde estás?  Son las 11 de la noche y estoy en Sanborns, qué maravilla poder tomar 5 tazas de café por la módica cantidad de 15 pesos y hacer uso de los baños sin problemas, aunque no te creas, ya cobran 5 pesos en el de Reforma 222 y el de Coyoacán y seguro que se llevan una buen lana.

La concurrencia del Sanborns suele ser interesantísima, puedes quedarte horas inventando historias sobre cada uno de los personajes mientras comes un banana split original: plátano con helado de vainilla, fresa o chocolate,  con mermelada de fresa, crema batida y trocitos de nuez. Hay algunas diferenciaciones en el tipo de clientela, pero creo que todo esto se debe al lugar común que representa Sanborns para cualquier ocasión, un establecimiento donde puede adquirirse todo. Mi papá dice que en su juventud, tomar café con los amigos o con la novia, la opción era Sanborns sin objeción alguna. Pero el lugar de encuentro ha cambiado. Las opciones ahora son Starbucks, Cielito Querido Café y Punts del Cielo.

Sin embargo, aún quedan algunos fieles a este restaurante de antaño, personajes interesantes que llevo mucho tiempo observando y ahora les presento aquí.

El señor que lleva a su mamá a comer o a cenar
Probablemente un tipo muy ocupado. cuando finalmente hace un espacio en su agenda, decide llevar a su madre querida a su lugar favorito. Comen los tres tiempo, él se pone la servilleta en el cuello al igual que mami y las pocas veces que intercambian palabras es para comentar algún chisme familiar o del vecino. De postre comen un maravilloso pay helado de limón, obvio lo comparten.

Las amigas de toda la vida
Casi todas tienen aparato para oír, una calvicie ligera o  se le empieza a ver la raíz que delata el uso de tinte de pelo, pero eso sí, la boca pintadísima de rojo y los ojos de azul pastel. En la ropa predomina el color café y el azul marino. Platican de la mejor forma de preparar arroz con leche, a veces del hombre de su vida, presumen a los nietos mientras comen gelatina de mosaico.

El escritor 
El personaje al que le da por ensimismarse, melancólico por excelencia. Tiene frente a él una laptop esperando que llegue la inspiración a altas horas de la noche. Toma todas las tazas de café posible, algunas veces tiene audífonos, algunas otras sólo está viendo el coqueteo entre el muchacho que pone los servicios y alguna mesera en el típico uniforme del restaurante. Después dirá que sus obras se inspiran en "la vida misma". Nosotros esperamos un día leer su novela sobre el amorío que se dio entre dos personajes del Sanborns.

La pareja más tierna del mundo
Que son unos abuelitos que comen a la 1:00pm: una señora con bastón a la que el señor le ayuda en todo lo que puede, no se escuchan muy bien, pero tampoco necesitan hablar, porque ya se han dicho todo. Toman café descafeinado, pero sólo antes de las 5:00 de la tarde y la mayoría de las veces piden un pastel de chocolate envinado para compartir.

La familia dominguera
Personajes que encuentran un gusto desmedido en comer molletes, huevos rancheros o hasta hot cakes y que por otro lado son fanáticos de la sopa Sanborns con pollo y arroz. Generalmente familias funcionales de padres y hermanos que prefieren lo ya conocido, lo tradicional y disfrutan de una malteada de vainilla para el postre o un pastel de cuatro chocolates en la vistosísima vajilla azuli-blanca honrando a la talavera poblana.

Si entras o no en alguna de estas categorías, es muy recomendable ir un domingo en l noche, llevar un libro, tomar unas cuantas tazas de café descafeinado y disfrutas de observar a la concurrencia. Es muy probable que alguien esté por ahí muy entretenido, especulando sobre su vida.

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