Xolo

  • Restaurantes
  • Roma
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Alejandra Carbajal
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  2. Foto: Alejandra Carbajal
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  3. Foto: Alejandra Carbajal
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Confieso que a veces sufro de un tipo de depresión muy particular. Es un trastorno ocasionado por las visitas recurrentes a ese tipo de establecimientos llamados “fonditas”. Sobre todo aquellas en las que predomina la sopa de pasta y la gelatina, ese patito feo de los postres.

Pero, aceptémoslo, la realidad Godínez demanda la existencia de lugares para comer que se adapten a las necesidades del bolsillo oficinista; que sean buenos, bonitos y baratos.

Camino por Monterrey y encuentro una pizarra estacionada sobre la banqueta con una leyenda escrita. La pizarra anuncia una crema de almeja de Baja California con quenelle de huitlacoche, seguida de una ensalada verde con pera, manzana y aderezo de yogur. El plato fuerte son fajitas de res con berenjena ahumada. Para beber, agua es de melón con papaya y, de remate, un helado artesanal. Abro los ojos con incredulidad, pues al final de la pizarra me juran que el menú cuesta $75. Mi corazón, mi estómago y mi cartera suspiran.

Definen su propuesta como “gastronomía mestiza contemporánea”, y un vistazo a su carta fija deja ver ingredientes tan autóctonos como los que se utilizan en cualquier fonda, pero reinterpretados de forma imaginativa. Las cremas y sopas adquieren nuevas dimensiones en cuanto a consistencia y sabores; por ejemplo, se puede comenzar con una crema de chicharrón con chile guajillo frito y cebollín, evidente en su mexicanidad y al mismo tiempo novedosa.

Recomiendo seguir con una tostada de camarón con un toque de adobo negro y cebolla morada o una pechuga de pollo en salsa de jamaica, acompañada con ensalada y un elote a las brasas.

El menú semanal, dirigido sobre todo a oficinistas de la zona, se cuece aparte. Los platillos cambian diario y entre sus opciones hay clásicos de comida corrida reinventados, como sopa campesina de flor de calabaza, champiñón y elote, pechuga empanizada con coco o tostadas de pulpo al ajillo.  

En Xolo Bar son conocedores de los antojos Godínez. Por ejemplo, los tacos gobernador con camarones capeados, mayonesa de la casa y verdolagas están hechos para levantar ánimos. Otro punto a favor es la decoración, que invita a refugiarse del ajetreo de las oficinas. Las ventanas en ambos lados del restaurante bañan de luz natural el espacio, que es tranquilo sin llegar a ser oscuro o aislado.

Hasta aquí, todo bien. El negrito en el arroz lo encontré en un sándwich de roast beef, pues el brioche estaba algo seco y le faltaba relleno.

Cabe destacar que Xolo es también bar. Los jueves tienen noche de cocteles y mezcales; entrada la noche aparecen djs para extender la visita hasta la medianoche con promociones de cerveza y mezcal de la casa. Barriga llena, godín contento.

Escrito por Natalia de la Rosa

Detalles

Dirección
Monterrey 219
Roma
México, DF
06700
Transporte
Metrobús Sonora
Precio
Consumo promedio por persona $250
Horas de apertura
Lun-mar 1-9pm, mié 1-11pm, jue-sáb 1pm-1am
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