El humano clandestino

Carmen me aseguró que si compartía esta información no llegaría con vida a finales de mes. Soy el número tres, un código –nombre– asignado para determinar que pertenezco a un sistema, para “diferenciarme” de otras personas en el mundo. Por lo menos dentro del universo al que entré en tres ocasiones, pues cuando se está allí, nada más existe: “afuera soy y seré siempre un desconocido”. Estamos en la Era de la Pirámide Invertida en el año 2252 cuando las relaciones interpersonales ya fueron prohibidas pues nos estamos agotando los recursos, cuando ya no somos humanos, sino máquinas productivas.

Creemos saber quién y cómo somos, lo que no sabemos es que esa gnosis es impuesta por la familia, el trabajo, el gobierno, el “sistema”, pero hay alguien que nos quiere ayudar. Se llama Carmen, y después de observarte, sabrá que estás listo para recibir un empujón a darte cuenta de que la realidad en la que vives no es más que un invento, una puesta en escena en la que actúas por costumbre. Cuando ella lo quiera serás invitado a participar, a recibir un número y a jugar a ser todo lo que quieras ser, a poner en marcha tus sueños aunque sean salvajes: “si quieres matar, tal vez yo tenga a alguien que quiera morir”, nos dijo.

Recibí una frase clave que debía pronunciar después de tocar tres veces en cierta puerta. Esto me dio entrada a una casa abandonada de la Roma, con ventanas obstruídas, algunos muebles y otras personas que recorrían las ruinas como buscando algo que perdieron en su interior. Entramos bajo la promesa de que todo es posible; desde follar, hasta matar a sangre fría.

El surrealismo se concretó una vez que nos reunimos con Carmen y nos explicó las reglas del juego, todas condicionadas a su consentimiento, pues ahí nada sucede si ella no lo aprueba. Conocí a otros miembros del grupo, otros números, todos esperando nuestra oportunidad: que Carmen saque de una caja de suerte nuestro número y tener así una sesión propia, en la cual podríamos ser los reyes de ese pequeño universo.

Si estás ahí tendrás que jugar. Esta puesta en escena te hace partícipe de los turnos de otros números, a ayudarlos a vivir o a morir, a reír o a llorar, a comer o a coger, no importa cuál sea el objetivo.  

Sabrás cuando tu turno haya llegado, mentiría si te digo que se trata de una simple obra teatral a la que se va a pasar el rato. Esta obra inmersiva, con sus tres capítulos de duración y actuaciones dramáticas y compasivas te enfrentará a tus propios deseos, los más profundos. Serás parte de una exquisita locura colectiva y al final, podrás reconocer lo dormido (tullido emocional) que vives “afuera”, en la “realidad”.

Puedes disfrutar de un episodio y retomar la historia en otro día, pero con toda franqueza, no podrás salir de ese refugio sin haber obtenido todas las respuestas. Requieres previa cita, llega con media hora de anticipación. 

El humano clandestino Medellín 69, Roma. Esq. Colima. 4, 5, 6, 11, 12 y 13 noviembre 7pm. $250 por episodio, $350 dos episodios, 3 episodios $400. elhumanoclandestino.com