Los niños y la vida marina

Con una extensión de 3mil 500 metros cuadrados, el Acuario Inbursa es el más grande de Latinoamérica. Diseñado por el arquitecto Gerardo Butrón, cuenta con cuatro niveles subterráneos en los que habitan 10 mil ejemplares de 307 especies.

El recorrido comienza en el nivel más profundo, con un barco hundido como escenario que asemeja el fondo del mar. Mientras se asciende, se pueden apreciar los 48 exhibidores en los que se reparten los 1.6 millones de litros de agua, traída desde Veracruz. 

Vale por sí solo una visita de un día completo al Bosque de Chapultepec; tiene una gran diversidad de animales, incluso algunas especies marinas. Gracias a una zona de desnivel que tiene cristales con vista a los tanques, los visitantes pueden conocer la dinámica de los inquilinos del zoológico, como los lobos marinos, pingüinos e hipopótamos. 

De nueva cuenta la comparación con Chapultepec se vuelve inevitable. Pero en cuanto a animales, es más pareja. Con casi 600 ejemplares, tiene casi la mitad de los que habitan en Chapultepec, pero con algunos casos mejor logrados.

No tiene un acuario como tal, pero sí alberga a lobos marinos e hipopótamos.

Si bien los animales están en jaulas, como en cualquier espacio de este tipo, la diferencia radica en la posibilidad de convivir y aprender sobre algunas especies endémicas del sur de la ciudad, como el ajolote de Xochimilco, un anfibio en peligro de extinción.