Foto: Jordana Btp
Foto: Jordana Btp

Restaurantes y cafés en la Narvarte

Las mejores opciones de esta colonia de la CDMX para saciar tu hambre

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La colonia Narvarte junto con la Nápoles y Del Valle son las vecinas con opciones imprescindibles para pasar un divertido momento junto con amigos, familia o pareja. Al estar conectadas, cada una ofrece tesoros inigualables. Encontrarás desde las mejores panaderías en la Narvarte para que devores el mejor pan artesanal y los mejores tacos al pastor de la Narvarte para bajar las copas que bebas en los mejores bares y cantinas en la Narvarte

La oferta gaastronómica no se queda atrás. Ya sea que tengas ganas de una comida completa o un rico café para acompañar la plática, este barrio tiene lo que buscas. 

Recomendado: Los 50 mejores restaurantes en la CDMX.

  • Cafés
  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Almanegra Café
Almanegra Café
La tercera ola del café es el movimiento que, desde la década pasada, ha centrado la atención de los baristas a la autenticidad. Dejan de lado la rapidez para servirte una buena taza de café. Por eso, últimamente se han popularizado métodos de extracción que, en este siglo, sólo se podrían definir como “wireless” y que ponen como prioridad el sabor del café, sin disfraces de caramelo o pumpkin spice. Cansados de que los locales de la tercera ola fueran exclusivos de algunas zonas de la ciudad, las mentes detrás de Alma Negra decidieron abrir una barra de café en la Narvarte, con baristas que saben preparar el grano traído desde Oaxaca y aprenderse tu nombre (que ya es bastante). Además, son grandes nerds del café, con la disposición de explicar y guiar tus necesidades de sabor, cafeína y antojo. Su carta se diferencia por omitir cappuccinos, lattes y macchiatos, para sustituirlos por métodos de extracción manual, con la opción de agregar una, dos o tres partes de leche. En la primera visita, es recomendable ordenar el culto al café, que incluye tres bebidas (por el mismo precio que el vaso venti) para probar de todo. La liturgia inicia con un método de extracción por goteo –frío o caliente— de las que sugiero la primera: el cold brew. Se prepara en casa mientras gotea lentamente durante toda la noche. Por lo tanto, tiene más cafeína que un espresso, un gran aroma y la dulzura suficiente. El segundo acto es el gibraltar, similar a un espresso cortado. Creada en San...
  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Hagan de cuenta que uno de sus amigos de repente aprendió a hacer pizzas. Presa del entusiasmo que le genera la capacidad de cocinar ejemplares francamente superiores, les llama y les dice “tienes que venir a probar mi pizza”. Ahora hagan de cuenta que ese amigo ya se distinguía por su excelente gusto en cerveza y en múltiples ocasiones bebieron felices vaso tras vaso. Pues eso fue casi lo que me pasó con Lúpulo Pizza.  Dentro del bar de cerveza artesanal Hop the Beer Experience 2 en la Narvarte, a una distancia muy conveniente del metro Eugenia, Lúpulo inició sus operaciones. La diferencia entre una pizza cualquiera y una excelente, desde luego, son los ingredientes y aquí están muy conscientes de ello. Por lo mismo, la salsa de tomate es elaborada artesanalmente en la cocina del lugar. También la masa es resultado de un proceso único, ya que está hecha con bagazo (o sea el residuo fibroso que queda al hacer la chela) de cervecerías de la Ciudad de México. Su estilo está inspirado en las tradiciones napolitana y newyorkina, pero las recetas están hechas aquí mismo, por lo que se da un cruce de identidades irrepetible. No podemos dejar de hablar del horno y es que quienes saben de pizza, saben que es quizá la pieza más importante; el horno de piedra de Lúpulo utiliza leña para alcanzar la temperatura ideal y lograr el sabor perfecto en sus pizzas: ese en el que hay partes de la masa que tienen ese famoso char (o sea, que se ve un poco quemado) tanto en la base como en las...
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  • Sur de Asia
  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Nuestra querida Narvarte tiene un potencial enorme para dar cabida a nuevas propuestas gastronómicas; los chicos de Rudo lo saben porque son del barrio. De entrada, amamos todo proyecto joven que incursione fuera de la Roma-Condesa, pero este pequeño local, ubicado en una calle muy tranquila frente al parque Las Américas, es una de las nuevas joyitas de la colonia.  Al revisar el menú notarás una gran influencia de las cocinas de Japón, China y el sureste asiático; hay springrolls, ramen, arroz frito, sandos...en realidad se compone de una mezcla de todos los restaurantes por donde pasaron Gabriel y Frida, dos jóvenes chefs que ahora se divierten en Rudo con los sabores que les gustan. Por ejemplo, los postres son pop tarts caseras, sí, esas galletas rellenas de fruta que comíamos de niños viendo la tele.   Antes de seguir con nuestros favoritos, hay que advertir (jamás es queja) que aquí los platos son bastante grandes, así que entre más personas, probarás más cosas. De las entradas, el springroll de shortrib es el estelar, la hoja de trigo frita no es demasiado pesada y te deja saborear el relleno de estofado de res y hongos que, según nos explica Gabriel, está hecho con un "fondo maestro" cocinado por días para darle un sabor muy profundo a la carne. Si buscas irte del lado más saludable, pide los rollos vietnamitas rellenos con verduras, semillas y hierbas aromáticas frescas. Saben aún mejor si los remojas en la salsa de cacahuate, que es su versión de la salsa Sambal...
  • Cafés
  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Pan de Nube
Pan de Nube
Hace unos días andaba en la frontera entre la Narvarte y la Del Valle al Sur, sobre Diagonal de San Antonio, y traía un malévolo ataque de antojo; de esos que te obligan a morder el brazo del que va a tu lado con tal de saciar ese antojo de pan y café. Pero para fortuna de los que caminaban a mi lado Pan de Nube se cruzó en mi camino; además el cielo ennegrecido presagiaba una intensa tormenta, lo que me estimulaba aún más a detenerme por ahí. Como era de esperarse, frente a la vitrina de cristal había varias personas pidiendo sus piezas de pan cual abejas pegadas al panal. Este es el lugar ideal para empezar de buenas tu jornada, para que te apapachen, para reconfortarte cuando el día ha salido distinto a lo que esperabas. Pan de Nube es un sitio donde te reúnes con amigos para olvidarte del trajín de esta ciudad, un espacio tan íntimo incluso para ir en pareja, con la compañía de un buen libro, o simplemente para sentarte a reflexionar mientras tu paladar hace el resto con las maravillas que esta panadería ofrece desde hace seis años.   Para sorpresa mía, Lluvia, la dueña de Pan de Nube, acaba de incluir nuevas variedades de pan en la carta, así que no pude resistirme a probarlas. Ni supe por cual comenzar: después de probarlas (casi) todas intenté establecer, a mi parecer, cuál fue la mejor, pero fue imposible. El cubilete hecho con masa de hojaldre con glasé de matcha es crujiente y el sabor de esta hierba está increíblemente presente y balanceado; creí que se perdería...
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  • Uruguaya
  • Narvarte
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Branca Parrilla
Branca Parrilla
Deberían repensar la bandera de Uruguay. Quitarle esas aburridas rayitas azules y dibujarle un mate, una hoja de marihuana, la escena del Maracanazo y, sin duda, una parrilla. Sobre el último punto, la Branca Parrilla, su representante gastronómico en la Narvarte, tendría mención especial. Cortes que responden a la dupla que nos gusta: calidad y precio. Como una auténtica oriunda de la colonia, puedo decir que este restaurante es lo más cercano a ir a comer a casa de la tía que cocina bien. No sólo por el sabor del vacío de 400 gramos, cuyo grosor rebasa el ancho de cuatro dedos y cuyo jugo (en término tres cuartos de cocción) tiñe el plato de un rojizo cobrizo que sólo un buen carnívoro puede olfatear y apreciar. También por los detalles hogareños antiguos, como un refrigerador Frigidaire que parece sacado de 1950 (esos que parecían bodegones de seguridad), un tapiz bucólico y los pequeños cuadros uruguayos que recuerdan a Mario Benedetti y a Montevideo, iconos de orgullo del cono sur. Eso y el acento de la dueña, a quien más de dos veces he visto levantar las mesas y preguntar al comensal si todo va bien. Cómo no va ir bien, cuando desde la llegada te reciben con panes sorpresa, esos que a la primera mordida te regalan un obsequio de queso al fondo. Déjate llevar por las empanadas (las árabes, con carne molida de sirloin, son un deleite), pero que no te engañe el cliché de la empanada del tamaño de un dumpling que regularmente se sirven en otras parrillas. Éstas no sólo...
  • Pastelerías y reposterías
  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
María Fortunata
María Fortunata
Sin duda la Narvarte es una de las colonias que resguarda grandes joyas para darle gusto a esos antojos dulces, y una de ellas es María Fortunata, un increíble taller de postres con un toque girly y sofisticado que los sorprenderá con cada una de las creaciones de Marisol Martínez, una repostera apasionada por el mundo del chocolate que decidió darle vida a sus sueños tomando como inspiración a su abuela -o su nonna, como le llaman en su familia-. Lo que me encanta de este lugar es que desde que entras percibes una vibra muy relajada que invita a darle rienda suelta al antojo; puedes pasar por algún postrecito de la vitrina, disfrutar de un reconfortante chocolate caliente con lavanda o encargar un increíble pastel para esa ocasión especial. Su carta es dulce, deliciosa y cambiante (hay sabores de temporada para que no te aburras), podrás encontrar una gran variedad de postres individuales, pasteles, galletas, panqués, bombones, y buenas opciones de bebidas como chocolate de mesa con diferentes toques de sabor, la barra de cafés, matcha, golden milk, chai y limonadas. Las delicias que se robaron mi corazón y que son un verdadero must to eat en María Frotunata, son el eclair de maracuyá, el cheesecake de cabra con frutos rojos y la paleta de avellanas; ¡qué agasajo disfrutarlos con un latte tradicional o de lavanda! si son fans del chocolate tanto como yo, les recomiendo apapacharse con el chocolate caliente 65% cacao con cardamomo y una galleta de plátano con nutella:...
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  • Narvarte
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Imagínate esta delicia: comerte el arroz que se quedó pegado a la paellera luego de que ésta estuvo calientita por horas. El resultado es una capa de arroz tostado, crujiente y, cuando se hace bien, que no sabe a quemado (¿será el equivalente valenciano a los tacos de cochinada?). Y en honor a esta absoluta delicia es que existe Socarrat Arrocería, el lugar de cocina española en la Narvarte. Te súper recomendamos ir a Socarrat en jueves, sábado o domingo, porque es cuando hacen paella. Pero acá no la hacen al estilo defeño; es la auténtica española, más roja que amarilla y con un franco sabor a mariscos frescos. Además hacen paella vegetariana bajo pedido. También tienen las súper españolas tapas, raciones y croquetas (otro imperdible). Y si la comida rifa, el mood rifa mucho más: el lugar es informal, con mesas en la banqueta, en plena Narvarte. Así que comer comida española auténtica de una calidad increíble, acompañada de unas cañas y unos tintos, sin dejar empeñados los riñones, es posible. Si no has ido a Socarrat, deja todo lo que estás haciendo, y corre para allá. Una experiencia deliciosa, honesta y bien hecha. Lo malo: cuando salgas de ahí, no vas a querer otra cosa que no sea comprar tu vuelo a Valencia. Te recomendamos: Contracorriente
  • Narvarte
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Ceci La Cecina
Ceci La Cecina
Cualquier tip de insider se agradece, sobre todo cuando éste es de tu propia colonia. Hace un par de años me mudé a la Narvarte y encontré un catálogo de pequeños restaurantes que no lucen por su propuesta de diseño interior, pero sí por su comida. Eso fue lo que pasó con Ceci La Cecina, un descubrimiento local para comer bueno, bonito, y, como reza el cliché, barato. Su carta se resume fácil: sustanciosos platillos con cecina traída directo de Yecapixtla, Morelos, la capital por excelencia de esta carne salada. Los dueños le han puesto el toque de la casa creando platillos que van desde tacos (servidos con tortillas hechas a mano) hasta las tortas de chilaquiles, cecina, longaniza y queso (35 pesos). Aunque sin duda, si quieres realmente asegurar que fuiste, no puedes dejar de pedir el ceci especial, un apetitoso taco con cecina, longaniza y queso gratinado. Fuera dieta. Lo mejor ya queda en tu imaginación, pues te ponen a la mano una serie de guarniciones para salivar: cebollitas cambray, nopales, salsa “de la que pica” y “de la que no tanto”, guacamole, frijoles de olla y chiles serranos. Todo para ser servido según tu antojo, hasta que la tortilla sufra el peso del suculento combo. Cuando muchos lugares se ufanan por destacar del montón con propuestas de decoración “alternativa”, este local eligió resaltar por sus carnes, ¿qué más disímil que la cecina? Basta con seis mesas, una barra con guarniciones y una imagen de Yolanda Montez “Tongolele” para decirte un poco de...
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  • Mariscos
  • Narvarte
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Rómulo's
Rómulo's
Durante casi tres décadas, don Rómulo atendió a beisbolistas y fanáticos del deporte en este local del mercado 1º de diciembre antes de los partidos en el extinto Parque del Seguro Social. Aunque el estadio ya no está (en su lugar quedó el centro comercial Parque Delta), la tradición de comer frutos del mar el fin de semana continúa. El menú es como el de cualquier otra marisquería. Entre las especialidades están clásicos como los camarones al mojo de ajo y consentidos como el aguachile de camarón y el ceviche Rómulo’s. El jugo de ambos es similar. El primero va preparado con cebolla morada y pepino en rodajas, jugo de limón, sal de grano, camarón molido, salsa Maggi e inglesa, salsa bruja (con vinagre, chile de árbol, chile cuaresmeño, chile manzano, cebolla y ajo) y chile chiltepín; condimento popular en el noroeste de México y la estrella del platillo, pues aporta la cantidad suficiente de picante para destacar sin sobreponerse a la acidez del plato. Por otro lado, podríamos comer el ceviche de pescado a cucharadas, con una orden extra de aguacate, para dejarte retorcer por su dominante sabor a limón y picante. La verdadera joya es la parrillada de mariscos: una montaña de almejas gallo, calamar cocido, pulpo, jaiba, camarones con cáscara y cocteleros y, en la cima, una mojarra frita; todo bañado con un intenso caldo que pica, sin ser agresivo, del que destacan sabores agridulces por la peculiar combinación de ingredientes como paprika, chile chiltepín, vino y jugo de...
  • Heladerías
  • Narvarte
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
De Nieve Corazón
De Nieve Corazón
Elegir entre más de una opción de helado de chocolate es un lujo gastronómico posible en esta nevería. Las alternativas aquí son el azteca (un semiamargo vigoroso) y el maya (recomendado para los de diente dulce). A pesar de variar en dulzura y color, ambos comparten la misma textura y ligereza. Saben a una barra de chocolate oaxaqueño puro. Recomendamos la nieve de higo con mezcal: conserva el dulzor de la fruta y da pie a las notas penetrantes del destilado. Para días calurosos, la de maracuyá es una gran elección, pues su consistencia tipo frappé –con un atinado balance entre dulce y amargo— ayuda bien a combatir bochornos. Aunque el local se ve un poco viejo, los sabores originales de sus nieves lo compensan. La mayoría son de creación propia, como la de cerveza, panditas o pulque (con la textura de un curado y el mismo kick amargo que dejaría al final un trago de la bebida). También recurren a algunos clásicos como amaretto, extracto de vainilla y grosella. Mucho dependerá de la temporada para encontrar un sabor específico, como el de mandarina. Mención honorífica al personal por su atención: además de ser pacientes, están bien informados (puedes pedir una descripción extendida de cada sabor, sabrán dártela) y gustosos por satisfacer los antojos de los curiosos que nos acercamos a merodear sus neveras y pedir probaditas. Esta nevería de barrio se gana el adjetivo por ser pequeña, única, con sabores originales y por su calidez.
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