El prístino galerón, completamente blanco, enorme y con piso de cemento pulido -que para algunos podría causar no claustrofobia, sino agorafobia- que aloja la galería Luis Adelantado, es el lugar ideal para la más reciente exposición de Martín Nuñez (México 1975) artista visual y skater de la ciudad quien ha expuesto su obra en diferentes partes del mundo como Italia, España, Alemania y EE.UU. En México ha mostrado su trabajo en recintos como el Museo Carrillo Gil, Museo Experimental El ECO y el Museo de Arte Moderno.
La muestra del artista se titula firecracker (petardo o cohete en inglés) y representa el cambio rápido y constante de la realidad a partir del movimiento al andar en una patineta, puesto que la velocidad altera cada ángulo y por lo tanto la percepción se modifica segundo a segundo. Las esculturas parecen haber sido enterradas en el suelo para después explotar y preservar esas formas perpetuamente. Podrías pensar que son de barro negro, pero también dan la sensación de ser maleables, y esto es porque en realidad están hechas de plastilina epóxica. Las formas en las esculturas son complejas: los pliegues perfectos también recuerdan a la movilidad del caucho, a lo urbano y a la vez a un estético desecho industrial. Al estar ahí sientes algo de suspenso, como si en cualquier momento otra fuera a estallar... hasta que te das cuenta que sólo es la paranoia con la que vivimos en esta ciudad hoy en día.