Bajo la dirección de José Caballero, la compañía teatral El Coro de los Otros presenta Esperando a Godot, la afamada obra del escritor irlandés Samuel Beckett.
La historia se desarrolla en un camino en el campo, en el que únicamente hay un árbol. Esta obra, de la corriente del teatro del absurdo, se divide en dos actos que hacen alusión a dos días en los que los vagabundos Vladimir (José Antonio Becerril) y Estragón (Alejandro Toledo) esperan en vano a un tal Godot, con quien al parecer tienen una cita. A pesar de que los personajes desean abandonar el sitio de espera, algo siempre se los impedirá, puesto que esperan a Godot.
En cada acto aparecen el cruel Pozzo (Luis Arturo García) y su esclavo Lucky (Patricia Yánez). Un muchacho –también interpretado por Yáñez– irrumpe en el escenario al final de cada acto para avisar a Vladimir y a Estragón que el señor Godot no podrá verlos ese día pero “seguro que mañana sí”.
La trama, intencionalmente repetitiva y carente de sentido, simboliza el tedio de la existencia humana, algo propio del existencialismo. A pesar de que el público nunca llega a saber quién es Godot, se puede suponer que se trata de dios –god en inglés–, por su alusión en el nombre.
Aunque la puesta en escena está muy apegada al guión original, ésta se encuentra plagada de rasgos propiamente orales que permiten al público dialogar con la obra desde su contexto. Esperando a Godot es tan vigente como hace 60 años.