Licorería Limantour

  • Bares y cantinas
  • Roma
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
  1. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  2. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  3. Foto: Loops Sandoval
    Foto: Loops Sandoval
  4. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  5. Foto: Loops Sandoval
    Foto: Loops Sandoval
  6. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  7. Foto: Loops Sandoval
    Foto: Loops Sandoval
  8. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
Publicidad

Time Out dice

4 de 5 estrellas

La renovada fascinación por la coctelería en México surgió con un nombre: Limantour. Fue uno de los primeros bares en nuestra ciudad que decidió salirse de la vía y ofrecer una experiencia que se aleja de una simple barra con cocteles que no van más allá de los martinis.

Aquí, la ciencia de las bebidas llega a niveles insospechados, con combinaciones etílicas que resultan sorpresivas al paladar; sus tragos incorporan ingredientes dulces, amargos, hierbas y bitters, mezcales y gin, en un juego constante que homenajea tanto a aquellos bartenders de los años veinte, como busca innovar en sus mezclas.

Es común encontrar a reconocidos bartenders invitados detrás de la barra, y por temporadas es posible toparse con concursos que giran en torno a temáticas específicas (gin tonics o cocteles con té, por mencionar algunos).

El menú de Limantour hace una referencia a un viaje por el mundo, a través de 20 cocteles. Con un trago, podemos sentirnos en una cantina antigua en el centro de Buenos Aires, en un sencillo pub escocés o en un bar underground de Brooklyn.

Me decidí por un road trip a Oaxaca con el jamaica mezcal, que lleva bitters de chocolate. El trago se sirve en una de esas jícaras que encontrarías en cualquier mezcalería cercana a Monte Albán. El primer sorbo quema delicioso; el calorcito se apodera de tu garganta para bajar directo a tu corazón. Unos segundos después, viene el retrogusto de chocolate, sorpresivo, casi imperceptible pero cautivador.

Después, viajé a Argentina con el florero Atlántico (que hace referencia a uno de los bares más famosos de la capital de este país latinoamericano). Tal y como lo dice su nombre, se sirve en un florero de cerámica y va coronado con flores de bugambilia. Cuando llega a nosotros, la primera impresión nos hace pensar: ¿cómo voy a beber eso? Vale la pena, pues es un trago que va de lo dulce a lo amargo sin dejarte descansar. Está elaborado con Gin Príncipe de los Apóstoles y Martini Rosato infundido con bugambilia.

Tampoco te pierdas el baffi julep, con mezcal, licor de alcachofa, hierbabuena y jugo de toronja.

También probé el anti jet lag, para dejar descansar a mis papilas gustativas en un break ligero y azucarado. Con ron, puré de kiwi, jugo de limón, Pernod y Cachaça Pitu, dan ganas de sentir la brisa del mar como en Río de Janeiro.

Si lo tuyo es más clásico, opta por los consentidos de su carta: un Berry Collins, con vodka Ketel One, Marnier de cereza, jugo de limón amarillo, jarabe natural, zarzamora, frambuesa, mora azul y fresa; o mi favorito personal, el Tony Ten, con ginebra Tanqueray, Cointreau, cristales de aperol y agua tónica.

Aunque en Limantour los tragos merecen el mismo nivel de atención que un platillo preparado por un chef en un restaurante cinco estrellas, las botanas son muy recomendables, en particular las paletas de queso brie.

Un tip: ve entre semana por la tarde; al ser un hotspot muy popular las noches de fin de semana, suele ser en extremo concurrido.

Escrito por Laura Chávez

Detalles

Dirección
Álvaro Obregón 106
Roma
México, DF
Transporte
Metrobús Álvaro Obregón
Precio
Consumo promedio por persona $250
Horas de apertura
Lun-mar 6pm-12am, mié-sáb 6pm-2am, dom 6-10pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar