Al museo sin morir en el intento

Al museo sin morir en el intento

¿Es toda una odisea acercar a tus pequeños al arte? Te dejamos unos tips para que tu visita sea todo un éxito

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Bocas chuecas y un rotundo 'no' al estilo Darth Vader son las reacciones más comunes de los pequeños cuando les dicen que visitarán un museo. Depende de ti cambiarles la idea que estos recintos son sólo para los papás, abuelos y maestros.

Un principio básico es que la cultura y el arte no son aburridas... ni muerden. Tu trabajo empezará con estimular su curiosidad desde que le planteas la visita hasta que termina el recorrido. Notarás que, al final, ellos solos se sentirán emocionados por regresar o conocer más de estos lugares. Mientras, te dejamos unos tips para que no se te escapen los detalles.

Al niño no le impresionan las mismas cosas que a ti. Para que le salten los ojos, primero visita museos donde pueda interactuar. Más adelante podrá visitar otros recintos. Platica con entusiasmo sobre los detalles más ingeniosos que encuentres del lugar. Enséñale una obra antes para que al llegar busquen la original. Es mejor ir entre semana. El niño estará activo en el recorrido y tendrán oportunidades de conocer todo el recinto o regresar a ver una obra. Caminar, observar y volver a caminar desesperará a los más pequeños. Siéntate en el piso para contemplar las obras y explicarles cómo leerlas de forma simple. Es importante que les des tiempo y atención. Recuerda que ellos están dispuestos a recorrer un lugar que quizá no es del todo de su agrado, pero sólo si tú les ayudas a entender lo que verán.
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