Medicina tradicional, militares, disidentes, hechicería, ángeles negros, grafiteros con dotes adivinatorias y divas de la televisión con crisis de identidad son algunos de los muchos ingredientes que combinó Agualusa para entregarnos una novela muy ágil, divertida y cáustica; una severa crítica social con especial dedicatoria a Angola, pero que funciona perfecto para todo el planeta.
La narración es casi lineal, pero con creativos detalles que permiten imaginar que el autor nos habla en ese justo momento y directamente a cada uno de sus lectores. Por ejemplo, detiene la narración para hacer comentarios del tipo "ok, estoy exagerando. A veces me dejo llevar por la literatura y el rencor", como si se tratara de pies de página o de esos DVD que venden más caros porque el director nos cuenta las vicisitudes de su labor.
Si bien la historia es atractiva, el resultado destaca por ser una interesante y entretenida muestra de lo que la literatura todavía tiene por ofrecer.
Barroco tropical
José Eduardo Agualusa
Almadía, 2014