1. Foto: Time Out México
    Foto: Time Out México
  2. Foto: Time Out México
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  3. Foto: Time Out México
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Mirada y testimonio

Este recuento por el trabajo del fotoperiodista Pedro Valtierra retrata a la perfección tres décadas de historia universal

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Revelado el talento de artistas de la lente como Álvarez Bravo y Nacho López, el fotoperiodismo cayó en una etapa de obscuridad. La represión gubernamental provocó que, en los setenta, el registro gráfico de la vida nacional se redujera a su mínima expresión. El golpe a Excélsior  fue en 1976, pero dejó un heredero contestatario en Unomásuno. A ese diario llegó el veinteañero Valtierra, en 1978.

Pronto, este fotógrafo de calle marcó el rumbo del departamento de fotografía de la publicación y creó un estilo que muchos bautizaron como innovador: vida cotidiana. Sí, eso que 30 años atrás hacían Álvarez Bravo y Nacho López, pero que se olvidó como posible noticia después de lo acaecido en 1968. Basta comparar "Mujer guapa parte plaza por Madero", que tomó Nacho en 1953, con "Cerca de la plaza Garibaldi", de Pedro. La primera fue planeada y con una modelo; la segunda, espontánea.
La prensa cambió y los profesionales de la cámara comenzaron a ser llamados fotoperiodistas. Mientras, Valtierra recorrió el mundo.

Anduvo con los sandinistas y documentó los horrores de la guerra en África: esqueletos con uniformes militares enterrados en la arena, entre cascos y un obús.
También fue testigo del derrocamiento Duvalier "Papa Doc" y del sismo de 1985. A diferencia de sus antecesores, Valtierra buscó que la imagen fuera la noticia en sí, no un accesorio. Desde la tragedia hasta la comedia involuntaria, como esa imagen en la que una edecán parece sacarle, de abajo, una sonrisa a Fernando Gómez Mont, cuando fue nombrado secretario de Gobernación.

En 1993 lanzó la revista Cuartoscuro, en un afán por mantener su ojo fotográfico en los medios y como resultado de la agencia homónima que fundó en 1986, dos años después de que participara en la primera generación del diario La Jornada.

En realidad, este libro no es más que el catálogo de una exposición en Tlatelolco (con dvd incluido, aunque sin audio), pero funciona a la perfección como libro de historia; en buena medida de los horrores: guerrillas, indocumentados, motines en penales, revueltas sociales y éxodos.

También puede consumirse cual golosina visual o utilizarlo como adorno en algún librero. Sus visitas se lo agradecerán.

Mirada y testimonio
Pedro Valtierra
FCE, 2014

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