Otras caras del paraíso

Otras caras del paraíso

Reedición la novela de culto de José Francisco Amparán

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Un aburrido día de verano, Francisco Reyes Ibáñez, ingeniero y catedrático del TEC campus Laguna, recibe la visita de una exalumna, quien solicita su ayuda para encontrar a una prima desaparecida hace un par de días.

Como lo único que tiene que hacer es "planear el próximo semestre, que ya está más planeado que los resultados de un proceso electoral en Hidalgo" (como dice el propio autor), acepta sin saber que, como en buena novela policiaca, es la punta de una intrincada madeja que igual anuda a criminales y políticos, que a líderes campesinos y empresarios.

El uso del lenguaje es digno de alabanza, dando como resultado una novela muy crítica pero hilarante. Con altas dosis de sarcasmo, el catedrático reparte culpas por los males nacionales lo mismo al Santos Laguna por sus continuos fracasos deportivos (el libro fue escrito a principios de la década de 1990) que a los investigadores del genoma humano por perder en su trabajo en lugar de "desarrollar una prueba cromosómica que detecte desde los primeros meses qué tan jaladora va a ser la niña, o el niño. Así, los padres podrían tomar todas las precauciones del caso, y meterle píldoras anticonceptivas en el lonch a la muchacha en cuanto llegue a la secundaria, o inyectarle alguna vaina impotegénica –¿así se dirá?– al chiquillo que apunta para garañón. Por eso no progresa la humanidad".

En su búsqueda, el protagonista encontrará al Mal, con mayúsculas, incluso en las propias víctimas, pues parece que querían que las mataran, que avanzan como reses al matadero rumiando de gusto, "pero no, sencillamente sintieron esa atracción hacia el Mal". Aunque la personificación del Mal, al menos en la novela, es una muy atractiva, joven, hermosa y adinerada lagunera mujer... ¿será fatal? La respuesta a esta pregunta, con la lectura del libro.

Otras caras del paraíso se publicó por primera vez en 1995 por una editorial independiente de Monterrey, pero tuvo tan poca circulación que era virtualmente imposible obtener una copia y quienes tienen una no la prestan ni aunque dejes en garantía pasaporte, IFE, cartilla, licencia y tu última quincena.

Gran forma de rendir tributo a este gran mexicano fallecido en 2010 que resultó se un gran profeta, hoy, 20 años más tarde, la realidad del norte del país va más allá de cualquier ficción.

Otras caras del paraíso
Francisco José Amparán
Almadía, 2012

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