Coca-Cola, MoviStar, Seat, The Washington Post y Corona son sólo algunas de las marcas a las que Óscar Llorens les ha puesto color. Este hombre, quien es originario de Madrid, busca mostrar un lado distinto de su personalidad a través de Wired, proyecto completamente alejado de la publicidad.
En esta nueva faceta, Llorens hace una fusión entre dos de los elementos que se han vuelto indispensables en su carrera: el diseño y la ilustración. Así se sumerge en el mundo artístico y retrata factores de la vida cotidiana a través de personajes fantásticos, los cuales fueron elaborados con tinta pigmentada y lápiz sobre diversos soportes, como papel de algodón y patinetas.
Después de estudiar economía durante cinco años, el creativo descubrió que lo suyo era el dibujo y, desde entonces, no ha parado de trabajar, ya sea con marcas publicitarias de renombre o como freelance.
Wired se conforma por 13 piezas en blanco y negro que escenifican las emociones y sensaciones experimentadas en cualquier urbe del mundo.