Obras de arte Mexicas Piedra del Sol Color
Foto: Cortesía Gobierno de México
Foto: Cortesía Gobierno de México

700 años de Tenochtitlán: El arte mexica en la CDMX

El arte de una sociedad es su reflejo más fiel ¿Cómo era el arte prehispánico del valle de méxico?

Ángel Arroyo
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Fue en el hoy lejano 1325 que se fundó Tenochtitlan, muchos creen justamente en lo que hoy llamamos julio. Y para honrar este hecho que definió nuestra historia nos metimos a investigar sobre el arte mexica y cómo iba más allá de embellecer el entorno, sino que era el reflejo tangible de una cosmovisión compleja, profundamente ritual y ligada al poder. Cada escultura, vasija o joya hablaba de sus dioses, sus calendarios, sus batallas y su relación con la muerte y la tierra. 

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Escultura monumental del Arte Mexica

La escultura monumental fue una de las expresiones más impactantes del arte mexica. Talladas en bloques de basalto o andesita, las imágenes de deidades como Coatlicue, Coyolxauhqui o Tlaltecuhtli impresionan por su escala, detalle y fuerza simbólica. Estas obras eran más que decoración: funcionaban como ejes sagrados del universo, marcadores rituales y soportes de ofrendas. La Piedra del Sol, por ejemplo, no era un simple calendario: era un mapa cósmico del tiempo y el sacrificio.

Cerámica y alfarería

Junto a las esculturas, sobresale también la cerámica ceremonial, como los cuauhxicalli —vasijas esculpidas con forma de jaguar o águila—, usadas para contener corazones humanos durante los rituales. Estas piezas, ricamente decoradas y con funciones específicas dentro del ciclo de sacrificios, muestran una técnica refinada y un simbolismo feroz. También se han recuperado pinceles, pigmentos y paletas de pintor, testimonio de una tradición pictórica viva, que decoraba muros, códices y estatuas.

Orfebrería

Aunque gran parte destruida por los conquistadores, deja rastro en los discos, narigueras y pectorales que aún se conservan. Trabajada en oro, cobre y turquesa, esta práctica era exclusiva de la nobleza y tenía una fuerte carga religiosa. Las joyas no solo mostraban rango, también vinculaban al portador con los dioses solares o telúricos.

En el arte mexica no hay separación entre lo bello y lo sagrado. Cada obra era al mismo tiempo objeto estético y herramienta del ritual. En su forma de crear, los mexicas entendían que el arte no solo debía perdurar: debía vivir en la ceremonia, en el templo, en el sacrificio. Visitar sus piezas hoy, en los museos de la capital, es asomarse a una civilización donde el arte era también lenguaje del cosmos.

Obras de arte mexica en la CDMX

Piedra del Sol (Calendario Azteca)

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura en basalto

Museo Nacional de Antropología (Sala Mexica)

Plaza Mayor (Zócalo) de la Ciudad de México (1790)

Estatua de Coatlicue

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura en andesita

Museo Nacional de Antropología (Sala Mexica)

Plaza Principal (Zócalo), CDMX (1790)

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Monolito de Coyolxauhqui

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura-relieve de cantera

Museo del Templo Mayor

Templo Mayor de Tenochtitlan (CDMX) (1978)

Ocelocuauhxicalli (cuauhxicalli jaguar)

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Vasija escultórica de basalto policromado

Museo Nacional de Antropología (Sala Mexica)

Palacio del Marqués del Apartado, CDMX (1901)

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Piedra de Tízoc (temalácatl de Tízoc)

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura en andesita

Museo Nacional de Antropología (Sala Mexica)

Plaza Mayor (Zócalo), CDMX (1791)

Monolito de Tlaltecuhtli

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura-relieve de andesita policroma

Museo del Templo Mayor

Casa de las Ajaracas (Zócalo de CDMX) (2006)

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Cabeza de Coyolxauhqui

Tipo de arte

Museo actual

Lugar original de hallazgo

Escultura en cantera

Museo Nacional de Antropología (Sala Mexica)

Convento de la Concepción, CDMX (cercano al Templo Mayor) (1830)

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