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[title]¿Qué impacto ha tenido Gran Salón en el mercado de la ilustración de México?
Cada vez hay más ilustradoras e ilustradores con propuestas arriesgadas, conceptuales y experimentales. También, quienes hacen ilustración crean proyectos autogestivos, colectivos en los que no necesitan un encargo para realizar sus imágenes. Me parece que esto disminuye esa anticuada brecha en la que la ilustración es considerada un arte menor en relación con las “Artes”.
Una de las iniciativas más notables, y que me encanta, es precisamente Gran Salón México.
Me siento afortunado de seguir siendo convocado. Trato de que mis participaciones sean distintas en cada edición.
Después de 10 ediciones, ¿qué es lo que más resalta del Gran Salón?
Que su organizadora Maru Aguzzi siga con la energía de seguir haciéndolas y creando a partir de ello toda clase de proyectos que se desprenden de Gran Salón. He participado en proyectos que van desde crear la imagen de un boleto de Metro (la vez que más se ha reproducido una imagen que yo he hecho, ¡por millones!), proyectos con mercados. Exposiciones en otros países, como en París, o diseñando carteles para un Festival de ilustración en Holanda. Todo esto compartido con colegas mucho más jóvenes.
¿Qué opinas de las ilustraciones con IA?
No lo sé. He visto algunas ilustradoras e ilustradores que usan la IA como juguete, y como instrumentos para bocetar. He visto algunas portadas ya hechas con esta tecnología.
En lo personal, lo que más disfruto de este trabajo son los procesos, en los que aprendes desde tus propias experiencias y capacidades, es armar solito los rompecabezas.
¿De qué manera te inspira la CDMX?
Siempre he pensado que nuestra ciudad es una metáfora de varias cosas: riqueza y pobreza, capas de tiempo, tradición y modernidad, el caos funcional. DF y CDMX y México Tenochtitlán en presente.