La inspiración para un artista proviene de sus experiencias, sueños, pasiones e intereses. En este caso la mitología griega, el supuesto de vivir bajo el agua, la historia de Lilith, la primera esposa de Adán y el libro La diosa Blanca de Robert Graves, son algunas de las fuentes que durante más de 30 años han motivado el trabajo de Mauricio Sandoval.
Pólipos y formasordas de Mauricio Sandoval. Una antológica orgánica está compuesta por más de 100 piezas, entre las que se encuentran pinturas, dibujos y objetos, los cuales muestran diferentes facetas en la carrera del artista hidrocálido, en un lapso que comprende de 1988 hasta 2016.
Para el compendio de las obras el curador de la muestra, Guillermo Santamarina, realizó una búsqueda en diferentes sitios como el estudio del artista, revisión de catálogos, documentos, colecciones privadas y públicas. El resultado fue una colección extensa de distintos soportes y materiales como pasta de pigmentos, aceites, linos, algodones, carbones, madera, papel y goma.
En esta exposición colaboraron los poetas Luis Amara que realizó tres poesías visuales; y Ricardo Castillo con una composición que se escucha en diferentes espacios de la muestra; con lo que se enriquece de manera adicional la experiencia de los visitantes.
“Nunca me asumí como un pintor figurativo o como un pintor abstracto. Soy un artista pintor como alguien que hace cosas, entonces eso me ha dado libertad”, menciona Sandoval sobre sus obras y la manera en la que se expresan sus ideas.
De forma paralela a la exhibición, el Museo de Arte Carrillo Gil impartirá el taller El trabajo interno del color y el conversatorio Poética y generación espontánea en la obra de Mauricio Sandoval.