Hace casi un año que el caricaturista michoacano Eduardo Del Río, mejor conocido como “Rius”, murió. Pero eso no significa que su obra o su legado hayan desaparecido. Observar su trabajo nos remite a otras décadas al tiempo que sigue contando la realidad del mundo.
Ya en 2014 el Museo del Estanquillo se había presentado una exposición sobre Rius, pero Queremos tanto a Rius, un homenaje con motivo de su aniversario luctuoso, nos recuerda la pertinencia y actualidad de su trabajo, el impacto que su obra tuvo en la segunda mitad del siglo XX, y el legado pictórico que dejó.
Así mismo, se trata de una visita íntima a su vida, en la que se presentan tanto sus caricaturas sobre temas tan controvertidos como el Movimiento Estudiantil del 68 o la despenalización del aborto, como óleos y acuarelas de la colección familia Del Río y de la de Carlos Monsiváis, uno de sus amigos cercanos.
Además, se muestran diversas piezas de artistas como Bef, Helioflores, El Fisgón, Darío Castillejos, Trino y Rapé, algunas de las cuales fueron creadas especialmente para esta exposición a modo de homenaje al maestro provenientes de diversas generaciones de caricaturistas mexicanos.
Con más de 200 obras expuestas, Queremos tanto a Rius es una travesía en la historia de México y el mundo y del artista. Es, simultáneamente, una nave del tiempo para quienes se educaron y cuestionaron con su obra, un recuerdo vago de la infancia para quienes conocimos a Rius entre los estantes de las casas de nuestros padres y abuelos, y una ventana para quienes no lo conocen.