El dibujo siempre es parte del proceso artístico. Ver un boceto dibujado es como estar en los entresijos de, por ejemplo, una pintura; te revela más de ella. Pero también es una forma de expresarse por sí misma cuando no se ve como un inicio, sino como una técnica. Susurros en la niebla. Punto, línea y mancha expone diversas obras de artistas emergentes mexicanos los cuales dibujan sus obras para poder decirle al mundo lo que sienten, piensan y creen.
La historia del dibujo como técnica nos remonta hasta la prehistoria. Los cavernícolas delineaban en las paredes de las cuevas diversas figuras extraídas de la realidad, como animales, vegetación y hasta personas. Se podría decir que es la forma más básica para hacer arte. Sin embargo, desde ese entonces y hasta nuestros días se fue perfeccionando. Algunas obras clave de artistas consagrados son dibujadas, como pueden ser los autorretratos de Da Vinci y hasta aquel dibujo de un hombre con brazos y piernas estiradas, llamado Hombre de Vituvrio (1490), en el que Leonardo expuso las proporciones del cuerpo humano. Además, se dibuja para hacer los planos de las mejores construcciones arquitectónicas del mundo. El dibujo lo puede hacer todo.
La Galería José María Velasco presenta en esta exposición 41 piezas de tres jóvenes artistas mexicanos: Víctor Lucero, Mayra León y Gerardo Rivera Kura. Los tres exploran las posibilidades y límites del dibujo y narran historias a través de sus obras. Utilizan principalmente tinta y pintura acrílica en una técnica mixta que también incluye pastel.
Los artistas usan distintos formatos para dialogar con el espectador, como el cómic experimental —movimiento surgido en Europa de los ochenta y que cuenta historias con elementos fuera de lo convencional, sin clichés—. Además, usan también el libro de artista — publicación con contenido propio del artista, publicado, algunas veces, por él mismo para el análisis—, surgido en los años 60 producto del arte conceptual.
La exposición es curada por Alfredo Matus y fue hecha para impulsar el arte emergente mexicano. Susurros en la niebla. Punto, línea y mancha explora las posibilidades del dibujo y demuestra que no es solo el inicio de una obra, a veces, incluso, es el punto máximo de la misma.