Hay muchos mitos sobre la absenta, bebida célebre en la escena intelectual parisina de inicios del siglo XX. Todos pueden desmentirse o comprobarse en Artemisia, un bar exclusivamente dedicado al licor de ajenjo, hinojo y anís.
La casa porfiriana restaurada ofrece la experiencia de una noche completa que comienza en su restaurante. Ofrecen platos sencillos de clara influencia francesa, de excentricidades gastronómicas en los que se privilegia la calidad de la materia prima. La carne, los vegetales y las especias saben a lo que deben saber.
Después de compartir un paté y un vino, es posible recibir invitación para pasar al bar, aunque eso dependerá del cupo. El acceso se restringe y se controla por medio de reservaciones para mantener una atmósfera adecuada. Para disfrutar el ritual que exige beber absenta se requieren espacios pequeños y sin tumultos.
Puede sonar contradictorio, pero para asegurar la entrada hay que haber estado antes en este lugar. Es un secreto que se irá compartiendo con lentitud y no hay prisa para que eso cambie. De hecho, justo así está bien.