Ruta electrónica (Roma/Condesa)

Reven a ritmo electro

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El Leonor nunca defrauda con su ambiente hipster-electroso y los DJs que invitan a amenizar la noche. Síguela con unos chupitos y más electrónica en Club Social Rhodesia. Y ya que andas en mood hipster, sáltate al M.N. Roy acá seguro encuentras a alguien "del medio" poniendo sus temas de fiesta favoritos hasta el amanecer.

Leonor
  • 5 de 5 estrellas
  • Bares y cantinas
  • Antro
  • Condesa
  • precio 3 de 4

(evento, $$, chicos, chicas, cuba)

Después de una mala racha, debido a la popularidad que adquirió hace un año el Rhodesia, que pese a estar a una distancia de varias calles, atrae por el tipo de lugar y de música al mismo tipo de público, el Leonor está de vuelta y con todo. Cada fin de semana, este pequeño lugar con decoración similar a una elegante sala de estar, alberga noches épicas de baile, excesos y diversión. La música cambia con el DJ en turno, pero los set lists más exitosos son los que van desde los clásicos de Michael Jackson y Madonna hasta los beats más hot del momento. El único problema es que por ahí de las tres de la mañana, ir de la pista de baile a la barra (una distancia de aproximadamente cuatro metros) significa ser pisado y empujado por las decenas de personas presentes. Si finalmente llegas a la barra, deberás esperar otro rato para que te atiendan y te cobren. Sin embargo, a pesar de estos contratiempos, que más bien hablan del éxito del lugar, Leonor se ha posicionado como uno de los mejores centros nocturnos de la zona, donde te encontrarás sudando en la pista de baile hasta el amanecer.

Club Social Rhodesia
  • 4 de 5 estrellas
  • Antros
  • Roma
  • precio 3 de 4

(evento, $$, chicos, chicas, cuba)

Como siempre, el furor de lo nuevo termina por agotarse. Sin embargo, este lugar, a casi dos años de su apertura, sigue llenándose hasta el tope cada fin de semana. Al ser ideado por jóvenes que querían un antro donde la música no fuera el mismo techno-pop de siempre ni el R&B regguetonero clásico del springbreak sino nuevas propuestas que aterrizaran géneros como el electro, dubstep y hasta rock en la pista de baile, la vibra desenfadada y cool que encuentras en Rhodesia es perfecta para pasarla a gusto bailando y echando drinks (los famosos Chupitos de $30 son un must). No pienses en tener mesa con cinco botellas ni te preocupes por acabar con la camisa y zapatos llenos de manchas de Jägermeister o quemaduras de cigarro. Desde la amabilidad de los cadeneros, hasta la creatividad de Abraham, el bartender estrella, la buena onda fluye fácilmente. En algún momento de la noche tienes que subir al dark booth en el último piso, donde la oferta de Chupitos cambia y otro DJ mezcla para unos cuantos conocedores hasta altas horas de la madrugada. No es casualidad que este lugar haya visto pasar por su cabina a varios maestros de las tornamesas de fama y calidad mundial, tampoco lo es que sus dueños acaben de inaugurar un antro nuevo y un foro para conciertos. Es sencillo, Rhodesia se llena cada fin de semana porque tiene madera de clásico.

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M.N. Roy
  • 5 de 5 estrellas
  • Antros
  • Roma
  • precio 2 de 4

($$, martini)

Si no estás en la lista de invitados, si no eres amigo de Zemmoa –la cadenera travesti– o si no cuentas con tarjeta o anillo de membresía, pasarás un momento incómodo afuera de una puerta cerrada mientras una pequeña cámara te observa. Entrar a uno de los mejores antros de la ciudad no es fácil, pero si lo logras querrás regresar cada fin de semana. M.N. Roy, “Em. En. Roy”, “Monroy”, “Roy” o como quiera que le llames, lleva el nombre de la persona que habitó la casa que hoy ocupa este ecléctico espacio arquitectónico: Manabendra Nath Roy, revolucionario, activista y teórico indio que a principios del siglo pasado fundó el Partido Comunista Mexicano. Un siglo después, en lo que alguna vez fue una guarida socialista, hoy podrás encontrarte a León Larregui de Zoé (socio del lugar) dando vueltas por ahí o a Adanowsky y otras figuras de la escena artística poniendo discos. Al cruzar la puerta negra de la entrada, la creación de los arquitectos Emmanuel Picault y Ludwig Godefroy contrasta con la descuidada fachada exterior. Un pasillo claroscuro, con paredes de piedra volcánica grabadas con arte puuc te llevarán al cuarto principal. De lado derecho, el DJ booth se alza debajo de paredes de madera de doble altura que asemejan una pirámide, mientras que del lado izquierdo, la barra principal se extiende debajo de altos techos y paredes con recubierta de cobre. Para tomarte un descanso, sube al segundo piso, donde una fila de columpios se prestan para platicar con trago en mano y fumar un cigarro. Alrededor de las tres de la madrugada, llega el momento cumbre de la noche y va en aumento conforme el cielo se va iluminando. Si te gustan las fiestas sin control hasta el amanecer, vale la pena que esperes en la entrada.

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