Raya and the Last Dragon
©Disney/Pixar

Carlos López, el mexicano que dirigió Raya y el último dragón

El director nos platicó sobre su experiencia trabajando en la nueva película de Disney

Stivi de Tivi
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Stivi de Tivi
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El director mexicano Carlos López Estrada empezó su carrera a muy corta edad, gracias a que su mamá es la respetada productora televisiva Carla Estrada. A a los 12 años decidió distanciarse del ambiente laboral de su madre para crecer por su lado. Tiempo después, mientras estudiaba en California empezó a dirigir los videos musicales como el de Jesse y Joy, que le hicieron obtener un Grammy Latino.

Su talento lo llevó a trabajar con Goo Goo Dolls, Passion Pit, Capital Cities y el más famoso de todos “When the Party’s Over” de Billie Eilish. Debutó oficialmente en el mundo del cine con Blindspotting en 2018 que obtuvo buenas críticas, y dos años después presentó Summertime. Este año, junto con Don Hall codirigió la cinta animada Raya y el último dragón que acaba de estrenar en Disney+. Platicamos con Carlos y la productora Osnat Shurer sobre la creación de la última cinta de Disney y cómo fue trabajar en plena pandemia.

¿Cómo llega Disney a tu vida?
Carlos: Entrar a Disney fue un reto y una sorpresa muy especial en mi carrera porque crecí viendo las películas de Disney, pero no me imaginaba dirigir una. Todo surgió porque alguien del departamento de Disney vio mi primera película, Blindspotting, en Sundance y al mismo tiempo Jennifer Lee —que es nuestra nueva líder creativa— entró, y una de las primeras iniciativas que ella tenía era buscar directores nuevos para mostrar un punto de vista diferente al departamento de dirección de Disney.

He aprendido mucho porque la forma en la que Disney Animation construye sus historias es totalmente diferente a la de todos los proyectos en los que he trabajado. Aquí es muy colaborativo. Hay muchas personas involucradas creativamente en el desarrollo de la historia, pero para mí fue un reto muy importante porque no había hecho animación más que en proyectos cortos, nunca a este nivel con tanta gente en el estudio; hay más de mil empleados, todos trabajando en todas la películas. Me motivó a encontrar formas diferentes para contar una historia. El nivel de talento en Disney Animation es impresionante, todos los artistas de desarrollo de imagen, de sotoryboard, escritores. Es un mundo diferente al mío, pero también pude aportar de mi voz, mi estilo y de mi sensibilidad.

Los paisajes en la película te dejan sin aliento. ¿Por qué decidieron que esto fuera tan importante en el filme?
Osnat Shurer: Gracias por notar eso. Sabíamos que teníamos estas tierras en nuestras cabezas, como se desenvolvían y su historia, que estaban separadas y eran distintas, por lo que tenían que unirse. Queríamos que se pudieran distinguir siendo fiel a la cultura sudasiática que tiene 11 países y muchas diferencias entre cada una. Algo que nos gustó de esa zona es que a pesar de no ser iguales, cuando las juntas incluyen también sus indiferencias. Conocimos muchos antropólogos, arqueólogos e historiadores que nos ayudaron a ser fieles a estos lugares y darle una autenticidad a Kumandra.

Los protagonistas de Disney siempre tienen un personaje secundario tierno que ayuda a llegar a la meta. ¿Cómo nace la idea de Tuk Tuk, el vehículo/amigo de Raya?
Osnat Shurer: Justo cuando estábamos creando a Raya pensabamos que era una guerrera y necesita un medio de transporte. ¿Cómo podría desplazarse? Alguien dio la idea de que fuera como estos insectos que se enrollan, de ahí empezamos a pensar en un armadillo que tuviera como carita de perrito. Entonces uno de nuestros diseñadores empezó a crear a Tuk Tuk y nos gustó, pero en el guion solo aparecía al inicio. Entonces cuando entró Carlos, fue una de las cosas que dijo que debíamos recuperar porque el público se encariña rápido con él y además, ella estaría sola al principio. Necesita un fiel compañero.

Carlos: También fue un proceso decidir cuándo conoceríamos a este personaje. Uno de nuestros compañeros dijo que lo presentáramos de bebé, más tarde lo viéramos gigante y eso cambió nuestras vidas por siempre. Recordemos que al final, Tuk Tuk es lo único que Raya pudo llevarse del mundo al inicio de la película. Es su única conexión con su pasado. Dice bastante por cuestiones prácticas y emocionales.

Carlos ya nos mencionó que miles de personas se involucran en las películas de Disney. ¿Esto se pudo lograr durante la Pandemia?
Osnat Shurer: Fue muy diferente. Si me hubieras preguntado antes de que sucediera la pandemia, si lograríamos hacer una película como esta te diría que no, pero lo hicimos. Todos nosotros, desde marzo, estamos en casa e hicimos una película. Claro que hubo complicaciones como la parte tecnológica, pero en semanas ya estabamos trabajando. Aunque si soy honesta, fue más difícil por el lado social; nos encanta trabajar juntos, crear una historia, escuchar la lluvia de ideas, después ir a comer para continuar platicando. Me encanta alimentar y consentir a mi equipo cuando trabajan duro, cosas de ese tipo. Tantas cosas se quedan en medio de las juntas, justo cuando vas bajando las escaleras es cuando las mejores ideas salen, pero bueno, creamos una manera de mantener este estilo. También creamos nuevas maneras de trabajar, horarios para encontrar tiempo personal, nos gustó que todos ya pudieran cenar con su familia, algo que no nos pasaba mucho. Ahora tenemos más confianza entre nosotros.

Carlos: Nos preocupaba mucho no tener esa conexión porque Disney crea sus historias de manera colaborativa, todo es resultado de gente trabajando en el mismo lugar. Una colaboración bastante intima. Al final fue muy bonito ver como todos se entregaron y empezaron a decir que esta experiencia se convirtió en su proyecto favorito porque, a pesar de estar separados, nos dedicamos a hacer sentir a todos incluidos y que participaban. 

Recomendado: Reseña de Raya y el último dragón.

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