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[title]Quienes crecimos en la Ciudad de México tenemos una conexión especial con el cine. Siempre que me preguntan sobre mi niñez se me viene a la cabeza estar sentado en una sala oscura junto a mi hermana y mis papás viendo El libro de la selva, comiendo esas grajeas de chocolate con chochitos —y si me iba bien, una varita mágica con agua y diamantina dentro—. El cine es parte de nosotros. ¿Cumpleaños? Cine, ¿Día de la Madre? Cine, ¿Cita? Cine. Con la llegada de las grandes cadenas de cines, es verdad que tuvimos mucho más para ver y las películas dejaron de tardar meses para estrenar, pero el costo a pagar fue injusto. Por esos beneficios perdimos la magia de la permanencia voluntaria, los ciclos de cine y todo eso que entra en el cine no comercial.
Es por eso que cuando el Cine Tonalá abrió sus puertas (Tonalá 261) en 2012 nos alegró. Este cine —que funciona como teatro, restaurante y bar— no solo le dio la bienvenida a los cinéfilos con sed de películas; ofreció un lugar para que los amantes que tuvieron su primera cita; para que los amantes del café lo visitaran y los glotones pasarán por una pizza y terminarán con una cerveza porque les dio sed de la mala —guilty—, convirtiéndose en otro vecino de la Roma.
Al igual que nosotros, el Cine Tonalá cumple 10 años, enfrentándose al terremoto de 2017 y a una pandemia que casi lo aniquila, pero que gracias a todos los habitantes de la Ciudad de México, y sobre todo a los vecinos de la Roma, que sigue resistiendo para ofrecernos una de las mejores ofertas culturales de la ciudad de cine, stand up y gastronomía. Es por esto que durante octubre y noviembre contarán con actividades para celebrar su aniversario y para saber más de esto, buscamos a Juan Pablo Bastarrachea productor y cineasta detrás de este hermoso proyecto.
¿Cómo has vivivo los 10 años del Cine Tonalá?
Se me han pasado rapidísimo. Me cuesta trabajo pensar que han pasado 10 años. Ha sido un privilegio participar en la vida cultural de la CDMX, que como sabes es una ciudad con una oferta gigante y particularmente es una ciudad de cinéfilos. Ha sido super lindo ver el impacto positivo que el cine ha tenido en la comunidad, no solo en la industria sino en el público. Nosotros, siendo un cine con otras ofertas culturales como stand up, música, teatro y también gastronómica ya que invitamos a chefs a que vengan a presentar un menú en nuestro espacio. Ha sido gratificante y sobre todo entusiasmados para lo que viene.
Después de 10 años, ¿que mantiene vivo al Cine Tonalá?
Estos 10 años me ha tocado ver y vivir cosas muy fuertes desde donde estamos. Lo que más me ha gustado es la capacidad del mismo equipo y del barrio, de resistir, de reinventarnos, de seguir adelante; obviamente hablando del terremoto de 2017, de la pandemia y de la inseguridad. A pesar de los momentos más complicados hemos resistido y eso lo puedo extrapolar al barrio y a la ciudad.
¿Qué es lo que más has disfrutado?
Obviamente ha pasado gente por la sala que yo admiro y me encantaría que volverán como Lucrecia Martel o John Water, pero también muchos cineastas que han presentado por primera vez su película en nuestra sala. Poder dar ese espacio porque es más complicado que lo encuentren en salas comerciales para sus cortometrajes u óperas primas. También ser casa de todos los festivales con los que participamos como FICUNAM, Ambulante e incluso FICM. Me quedo con la gente que ha pasado trabajando, visitandonos; tenemos desde vecinas que van todos los días a la películas de las 3pm o el cine club de directores y directoras que van todos los martes en la noche a ver películas.
En estos 10 años, ¿cuál es el momento más importante del Cine Tonalá?
Cuando la gente nos ayudó durante la pandemia. Desde una campaña de donación hasta Tonalá TV, la plataforma que pudimos lanzar en ese momento. La respuesta de la gente que dijo: este proyecto me importa y no quiero que se vaya. Ese momento, el apoyo, es un poco el motor y la fuerza que nos dio para seguir adelante porque sinceramente pensé que no lo íbamos a lograr y con el apoyo de la gente y el equipo, eso es lo mejor que ha dejado el proyecto. Como plataforma cultural, pues el también ver a jóvenes cineastas y que ahora sean considerados de los más importantes como Alonso Ruispalacios, José María Cuevas, Alejandra Marquez, Natalia Beristain. El haber resistido la pandemia gracias a la gente es lo más importante.
