Contra las cuerdas, nueva serie de leches sobre Lu
Foto: Cortesía Netflix

Contra las cuerdas, la nueva serie de Netflix sobre Lucha Libre

Platicamos con el cast de este nuevo show sobre los retos de subirse al ring

Stivi de Tivi
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Stivi de Tivi
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Existen registros que dicen que la lucha libre en México existe desde 1863. Fue hasta 1935 que debutó la rama femenil que con el tiempo ha logrado un gran lugar en este deporte y comparten espacio en la icónica Arena México. Con esto en mente llega esta semana la serie Contra las Cuerdas, nueva producción original mexicana de Netflix creada por Carolina Rivero (Madre solo hay dos) que nos presenta la historia de Ángela, una mujer que acaba de salir de la cárcel y que recibe el rechazo de su entorno, pero encuentra en la lucha libre un lugar al cual pertenecer y recuperar el cariño y respeto de las personas, en especial de su hija. 

Platicamos con los protagonistas de dramedy deportivo Caraly Sánchez (Ángela), Valentina Buzzurro (Lucía), María Balam (Malena) y Cuauhtil Jiménez (Paco) que ya pueden disfrutar en la plataforma.

La serie empieza con el rechazo de la sociedad a Angela y como ella hace todo lo posible para sobreponerse a eso, ¿Qué opinas a lo que ella se enfrenta?
Caraly Sánchez: Yo creo que justo es el camino que lleva la serie y donde ella es juzgada por todos. Por su expareja, su mamá y sobre todo por su hija, para donde voltea le hacen comentarios o gestos, personas agarran su cartera, todo esto hace que no logren conocer su corazón y por eso ella tiene una cara dura porque toda la vida ella ha sufrido mucho. Es muy importante que las personas aprendan a ver más allá de lo que es evidente aparentemente.

No están jugando a vamos a ser luchadoras, ¿Cómo lo lograron? En la serie se ve sudor, golpes, moretones.
María Balam: Entrenamos muchos, más o menos tres meses. Tuvimos la fortuna de convivir con reales luchadoras, profesionales. Entonces verlas nos llevó a honrar eso que ellas hacen por lo que nos aplicamos para entrenar mejor y hacer la dieta requerida para poder subirnos al ring e imitar lo más cercano posible su trabajo. 

Valentina Buzzurro: Fue un proceso arduo de mucha disciplina, constancia, rigor. Los músculos acababan muy adoloridos y al día siguiente no nos podíamos mover y teníamos que seguir entrenando porque con nuestro trabajo como actriz dignificamos el trabajo de ellas y ellas se parten la madre en el ring entonces tengo que dignificar lo que hacen porque yo estoy contando la historia de las luchadoras mexicanas.  Entonces con mi trabajo tengo que hacer que se vea el suyo. 

María Balam: A mí me costó trabajo hacerme ver lo más ruda posible y por más que trataba los maestros me decían pareces un conejito o gacela. Me costó creérsela, pero logré hacerlo y ya no me veía tan desnutrida.

¿Alguna de las historias de las luchadoras las inspiró?
Caraly Sánchez: Big Mami estuvo con nosotras en varias pláticas y en los entrenamientos. Pff, Big Mami nos hizo llorar muchísimo. Ella compartió que su autoestima siempre estuvo por los suelos y que cuando se subió al ring todo cambió, arriba le salió un lado sensual, atrevido, encontró poder y una seguridad que abajo nunca había sentido. Para ella subirse al ring es todo lo que no puede ser abajo. Eso yo lo anoté y dije: tengo que representar justamente lo que Big Mami comparte.

La serie también habla sobre un grupo de mujeres que se encuentran para crear un equipo, un espacio en el que ellas mandan y se sienten seguras porque entre ellas se protegen, ¿Qué tan fácil o difícil para ustedes es encontrar un equipo en una industria como esta?
Valentina Buzzurro: Es difícil y mucho de este camino es personal porque tiene que ver con el camino y tus ideales, lo que quieres realizar como actriz, pero también en mi experiencia en cada proyecto he podido hacer una familia y es un núcleo distinto que sabes que no va a durar siempre porque todo es muy efímero. Entonces es tener en mente que en este momento estamos unidos por un periodo de tiempo, pero que después en la vida tenemos caminos separados.  

En esta serie nos presentan a una ciudad de México que no es la condesa, no es la roma, no es Polanco y en las producciones siempre nos presentan eso.  ¿Por qué creen que es importante también darles lugar a otros sitios de la ciudad que no siempre muestran las producciones?
Cuauhtil Jiménez: Yo creo que ese es un valor muy importante de la serie porque siempre se ha retratado otro estrato social y existen muchos lugares o ciudades que son parte fundamental del país. Rescatar un barrio como Iztapalapa, darle voz no solo con imágenes sino con los personajes que están ahí, me parce importantísimo porque no solo hace que nosotros reconozcamos esa identidad que también es parte nuestra sino para que en el mundo también la vea y al mezclarlo con el gran número de fanáticos que hay en la lucha libre es un acierto muy grande de esta serie.

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