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Desde hace un par de años, Netflix se metió a la cabeza la idea de ser la competencia más grande de Hollywood, primero en la temporada de premios, luego en el contenido para consumir en la época navideña y desde 2020, su meta son las películas de verano, por lo que hemos tenido grandes producciones como Army of Dead, The Old Guard y Project Power. Esta semana llega a la plataforma El hombre gris, una película con los actores más populares a nivel mundial y dirigida por los hermanos Anthony y Joseph Russo (que tienen la película más taquillera de la historia: Avengers: Endgame), parece que esta mega producción tiene todo para triunfar, ¿Qué puede salir mal? Absolutamente todo.
Arrancamos con el protagonista interpretado por Ryan Gosling, quien está en la cárcel por un misterioso delito y estará una larga temporada ahí a menos que acepte entrar a un programa secreto de la CIA donde lo convertirán en el mercenario perfecto para realizar las más peligrosas misiones. Pasan 18 años y ahora Gosling -con bigotito para que se note que ha crecido- se llama Sierra Six. A él le fue encargado atrapar a un peligroso criminal y cuando está a punto de matarlo este le revela que es Sierra Four, su antecesor y que la CIA lo quiere eliminar porque descubrió las malas intenciones de los jefes de esta organización. Toda esta información la tiene en una USB que ahora guarda Sierra Six lo que se convierte en el target más buscado. Justo aquí es donde entra Lloyd Hansen (Chris Evans), un psicópata ex agente a quien le encargan eliminar a Six y recuperar la USB. Y ya, esa es la trama de este filme de dos horas y nueve minutos de duración.
La historia de un espía que descubre que trabaja para los malos ya se ha contado en muchas ocasiones en el cine, no tiene nada nuevo bajo el brazo, lo interesante entonces serían los personajes, pero no, aquí no tienen de buenos personajes, son tan básicos y unidimensionales que en lugar de aportar estorban. El agente bueno es un experto para matar, aunque podría poner su vida en peligro con tal de salvar a un gatito, mientras el agente malo es tan desgraciado que no dudaría en empujar a una viejita si le estorba al caminar en la calle. Chris Evans lleva mucho tiempo diciendo en entrevistas que deseaba interpretar al malo de una película, desafortunadamente debió seguir esperando ya que este es uno de los peores villanos que he visto. Obvio Evans usa su encanto y actitud de todas mías para destacar, pero está tan mal construido que a la hora de entrar a la acción no funciona en nada, solo se dedica a mandar personas para que hagan el trabajo por él, fallando en cada momento y cuando es momento de ponerse a dar golpes es derrotado de la manera más patética, ejemplo: un dardo anestésico en la nalga. ¿Por qué es el asesino más temido entonces? El problema está en el guion que no saben si quieren que caiga bien, que provoqué miedo o de mucha risa, entonces sin una personalidad definida Lloyd se siente de relleno. vaya ni el bigote de Mauricio Garces que usa Evans lo salva.
Estamos ante una película de 200 millones de dólares que se siente de principio de los noventa repleta de personajes masculinos planos, mientras que los femeninos solo existen más que para cumplir las órdenes de ellos. Mi Ana de Armas y sus cinco minutos en No Time to Die de James Bond brillan más que ella en toda esta película. Aquí cada que dice: ¡Hagamos esto! La ningunean para mejor decirle: mejor ponte a hacer esto. Sucede lo mismo con las otras dos mujeres que salen en el filme, son unas asistentes ignoradas.
Volviendo con el guion, vaya pobre trabajo el que entregaron Christopher Markus y Stephen McFeely (Captain America: The Winter Soldier), parece que le vieron la cara a la plataforma cobrando muy bien por algo que de seguro les tomó dos días de trabajo y solo rellenaban poniendo: explosiones de 30 minutos. Tenemos tantas escenas de acción que llegan a cansar, ¿No me creen? En Praga se desarrolla una persecución tan larga que varias veces te pones a contarte los dientes con la lengua. Este momento carece de emoción, de estructura, de sentido para existir y está repleta de los clichés típicos de este género. Otro punto negativo es que no existe consecuencia alguna de lo que vemos en pantalla, pueden destruir una ciudad entera y nadie regaña a nadie, la policía no se preocupa, los líderes del mundo desaparecidos, estamos en un lugar donde no existe repercusiones, ni el mentado USB que inicia todo llega a tener la importancia que se supone tendría. Guionistas perezosos.
Y no me hagan hablar de los efectos especiales porque esa escena de Ryan Gosling cayendo en paracaídas hace ver a She Hulk en el tráiler de su serie como una obra maestra. Es curioso que quienes han entregado los mejores momentos del MCU, los Russo, ahora parece que agarraron las películas de Michael Bay, las mezclaron y las pusieron ahí de una forma desangelada y hasta aburrida. Entiendo que es una película del verano, una película para pasar la tarde comiendo palomitas y no pensar mucho, pero tampoco nos entregan un producto tan mediocre que ni siquiera cumple su cometido principal que es entretener. No existe algún momento que te haga estremecer por lo que estás viendo o querer saltar de tu asiento. El filme sale justo a unos meses de que Top Gun Maverick llegará a la pantalla grande, la cual cumple con todas las reglas de los blockbusters y hasta ofrece un poquito más.
El Hombre Gris será un gran hit para Netflix y de seguro superará en views a la insoportable Red Notice, que cuenta con los números más altos de la plataforma, pero eso no significa que sea un trabajo que cumple y mucho menos ayudará a consolidar la carrera de los Russo lejos de Marvel porque al final esta película es tan gris como el nombre que lleva por título.
El hombre gris Dir. Joe Russo y Anthony Russo. Con Ryan Gosling, Chris Evans, Ana de Armas, Billy Bob Thornton, Regé-Jean Page, Alfre Woodard, Jessica Henwick, Wagner Moura.
