John Cena. Idris Elba.
Fotografía: Cortesía de la distribuidora. | John Cena. Idris Elba.
Fotografía: Cortesía de la distribuidora.

Hablamos con Ilya Naishuller, el director de Jefes de Estado

Idris Elba, John Cena y Priyanka Chopra Jonas se reúnen en una comedia de acción de alto voltaje.

Escrito por: Stivi de Tivi
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En 2015, Ilya Naishuller sorprendió al mundo con Hardcore Henry y en 2021 se reafirmó como el nuevo maestro de la acción con Nobody. Este director ruso regresa con Jefes de Estado, una comedia de acción de alto voltaje que reúne a tres pesos pesados: Idris Elba, John Cena y Priyanka Chopra Jonas. Naishuller, conocido por su ritmo vertiginoso, humor negro y espectaculares secuencias, imprime ahora su sello en una cinta que mezcla espías, balas y mucha irreverencia.

En la película seguimos al primer ministro del Reino Unido (Idris Elba) y al presidente de los Estados Unidos (John Cena), quienes mantienen una rivalidad pública que pone en peligro la alianza de sus países. Pero cuando se convierten en objetivo de un poderoso enemigo, se ven obligados a confiar el uno en el otro mientras emprenden una alocada carrera multinacional. Aliados con Noel, una brillante agente del MI6 (Priyanka Chopra Jonas), deben encontrar la forma de frustrar una conspiración que amenaza al mundo libre.

Aquí te dejamos un adelanto:

Time Out México platicó con Ilya Naishuller sobre su estilo visual inconfundible y el papel de la música en este filme que ya se puede disfrutar ya mismo en Amazon Prime Video.

¿Qué aprendiste de Hardcore Henry que ahora puedes decir: “gracias a ese filme, ahora puedo hacer esto”?

Creo que mi inexperiencia en mi primer filme —del cual me siento orgulloso, no de mi inexperiencia sino de la película— me enseñó mucho. Aprendí que no se trata de la cantidad de acción, sino de la calidad. En Jefes de Estado tenemos siete escenas de acción, que son bastantes, pero su duración me parece perfecta. Se trata de concentrarse y no hacer de más.

En Hardcore Henry, mi mantra era: “Si vamos a hacer una secuencia final del protagonista contra 100 personas, quiero que la escena sea tan grande que valga el precio del boleto”. Y ahora me parece algo tonto, pero me ayudó a entender cómo funciona todo cuando lo llevas al máximo. Mientras más envejezco, más experiencia tengo, y ahora digo: “Perfecto, primero hagamos una buena película, y luego lo demás”. Es vivir y aprender.

Tienes una banda musical, Biting Elbows. Cuando estás armando una escena de acción o editando, ¿tienes un ritmo en tu cabeza? ¿La música te ayuda a dirigir películas?

Creo que sí. Mi papá me dijo una vez: “Deja la música y concéntrate en las películas, no puedes hacer ambas”. Y debo decir que esta es la vez que mi papá se ha equivocado. La música me permitió hacer videos musicales, que me enseñaron a contar historias, y eso me llevó a hacer esta película gigante y a poder estar aquí, platicando contigo.

No sé si, sin tener una banda, tendría ese sentido del ritmo. Conozco editores que no escuchan rock y son buenísimos, pero cuando filmo no necesito un metrónomo porque lo siento internamente. Sé cuándo una escena se está alargando demasiado. También tienes opciones: una escena puede ser rápida o súper rápida, y eso te da libertad.

Detesto ese botón que acelera las cosas artificialmente, porque casi siempre se nota. A veces no hay problema, pero lo malo es cuando lo oprimes y luego tienes que igualar el ritmo. Eso me molesta como espectador, y trato de alejarme de eso. La acción es ritmo. La comedia, definitivamente, es ritmo. Las mejores comedias tienen gran ritmo. Por eso creo que la acción y la comedia se complementan muy bien.

Cuando la gente habla de tu trabajo o tus películas, ¿qué esperas que piensen? ¿Qué te gustaría que dijeran?

Es una gran pregunta. Creo que hay dos tipos de películas favoritas. Por ejemplo, Réquiem por un sueño es una de mis favoritas, pero no quiero volver a verla nunca más. Ya se lo dije a Darren Aronofsky: “Darren, es una obra de arte, pero maldición… no quiero volver a verla”. Pero si me dices que nunca la has visto y estamos en el mismo cuarto, te recomendaría que lo hagas.

Ahora, si me dices que no has visto The Matrix, te sentaría ahí mismo y la veríamos juntos. Ese es el tipo de películas que quiero hacer. Esa es mi meta.

¿Hay un momento en Jefes de Estado que te haga decir: “Todos deben ver esta película porque tiene esto”?

Te voy a ser sincero: ese momento dura una hora con cuarenta minutos. De verdad. Cuando la vi con la audiencia, fue uno de esos momentos en los que dices: “Vas a disfrutar esto, y esto también, y esto otro...”. Claro, hay escenas que podrían estar mejor, pero creo que mi parte favorita es algo muy sencillo, y es lo que más aprecio: esas pequeñas miradas entre los personajes.

Esos detalles, a pesar de tener una secuencia gigante detrás, son nuestra “cosa especial”. El trabajo de nuestros actores… esos gestos sutiles son lo que más valoro. Claro que les doy una que otra indicación desde la dirección, hay cosas que tienen sentido. Conozco muy bien el trabajo de John Cena, de Idris Elba y de Priyanka Chopra, sé lo que pueden ofrecer. Jefes de Estado son una hora y 42 minutos llenos de grandes momentos. Esa es mi genuina respuesta.

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