Los tres componentes esenciales del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México –su programación diversa, el espacio DocsForum y el Reto DocsDF– han sido vitales para que este proyecto llegue a sus 10 años como un árbol maduro y que ya da frutos.
"Ahora toca cuidarlo y cerciorarnos de que, año con año, florezca más a través del foro de desarrollo y el aumento en la cantidad de asistentes”, cuenta Inti Cordera, director ejecutivo del festival.
De ahí que DocsDF festeje su primera década apostando por la calidad y no por la cantidad. “Necesitamos que nuestra oferta no sea un laberinto en el que el espectador se pierda por el número de películas, sino que debe ser un camino fácil de recorrer”, explica Inti.
Por ello, este año cambiaron de nombre algunas secciones y se incluyeron otras. Si en ediciones anteriores las películas se clasificaban por su duración y geografía –filmes mexicanos, iberoamericanos o internacionales–, esta vez se distribuyeron con el objetivo de atender a intereses muy particulares. Por ejemplo, los temas de los derechos humanos y movimientos civiles entraron a la sección Resistencia, mientras Relatos es el nombre de la sección que incluye filmes sobre personajes, y los documentales que tienen una carga de suspenso se agruparon en Docuthriller.
En este tiempo y gracias también a la colaboración con otros festivales especializados, DocsDF ha contribuido a la creación de un nuevo público para este tipo de cine y a quitar el estigma de que el documental es “aburrido y profundo”.
El festín fílmico ahora tiene como objetivo consolidarse como un ente creador, por lo que esta edición se apoyará la realización de 20 a 30 cortos documentales, al llevar a tres ciudades más el Reto DocsDF –producir un cortometraje en 100 horas–, y realizar una réplica de este modelo en Iberoamérica con el Reto Doctubre.
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar
Discover Time Out original video
Publicidad