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[title]Tres mejores amigas que están a punto de llegar a la mayoría de edad deciden irse de vacaciones a una isla griega con la intención de disfrutar como nunca, conocer chicos y vivir el mejor verano de sus vidas. Sin embargo, en medio de esta caótica aventura, descubrirán que estos ambientes las obligan a consumir en exceso, probar drogas desconocidas y sentirse presionadas a sexualizarse. La ópera prima de la directora Molly Manning Walker, conocida por dirigir videos musicales, ofrece una mirada interesante a los desafíos que millones de jóvenes enfrentan para cumplir con las expectativas de su entorno.
La película se presentó en la última edición del Festival de Cannes, donde obtuvo el prestigioso premio "Una Cierta Mirada", uno de los más importantes del certamen. Time Out México entrevistó a la directora Molly Manning Walker sobre esta película, que se estrena esta semana en la cartelera nacional antes de llegar a la plataforma MUBI.
¿Cómo lograste que las experiencias de los protagonistas se sintieran tan reales?
Claro, todos estos personajes están basados un poco en una amalgama de personas reales, ¿sabes? Están inspirados en mis memorias y experiencias personales. Al escribir, utilicé muchas historias sobre el pasado de los personajes con los actores y luego les di cámaras para que se entrevistaran entre ellos. Esto permitió que crearan elementos propios sobre el pasado de su personaje, dotándolos de personalidades y realidades auténticas, ya que comparten la misma edad que sus personajes y conocen ese mundo.
¿Con qué te quedas de esta película para toda la vida?
Para mí, esta fue mi primera experiencia dirigiendo un largometraje y representó un gran hito en mi carrera. Estaba muy emocionada y, al mismo tiempo, asustada. Esta película es como mi primer hijo y creo que eso tiene un gran significado para mí.
¿Cómo lograste que Mia McKenna pudiera dar tantos matices en este trabajo?
Lo más increíble de la actriz Mia McKenna es su capacidad para hacer dos cosas al mismo tiempo. Sus ojos pueden contar una historia diferente a lo que está haciendo, lo que nos mantuvo constantemente explorando el interior y exterior del personaje. Filmamos sus escenas fuera de secuencia, incluso algunos días comenzábamos con la escena final de un lugar. Esto obligó a Mia a estar preparada para actuar en diferentes direcciones. Ayudó a que los sentimientos se sintieran auténticos, siempre chequeamos cómo nos sentíamos antes de filmar, cómo estaba ella y a dónde iba su personaje. Fue un desafío seguir su proceso.
¿Es difícil abordar el tema del consentimiento sexual en personajes tan jóvenes?
Claro. Creo que hemos simplificado demasiado el consentimiento, obsesionándonos con el sí y el no. En realidad, debería tratarse de dos personas compartiendo una experiencia significativa, entendiendo y conectándose entre sí. Se trata de una conexión empática. Si todos fuéramos amables entre nosotros, estas situaciones serían menos problemáticas. También creo que hay una gran brecha en el conocimiento sobre el placer femenino. Necesitamos una mejor educación sexual, centrada especialmente en el placer femenino, para dejar de obsesionarnos con convencer a la otra persona y enfocarnos en asegurarnos de que se trate de disfrutar el momento.
Hablemos de la música, porque debe sentirse en esos lugares de playa, pero no tiene la sobresaturación MTV que siempre acompaña; se siente auténtica, pero más cool.
Para la música, hubo una colaboración intensa entre el editor, el supervisor musical y yo. Utilizamos canciones que nos gustaban al editar y luego buscábamos alternativas más asequibles que funcionaran igual de bien. Siempre supimos que teníamos un buen presupuesto para la música y eso ayudó. Queríamos tener canciones reconocibles en los clubes, pero sin que el universo se sintiera falso. El compositor nunca había trabajado en cine, pero había sido DJ en Ibiza, Agaluf e Inapa, por lo que sabía cómo mezclar canciones famosas para que sonaran auténticas. La música fue el resultado de una combinación de todos estos factores.