Roberto Casas (Mauricio Ochmann) es el mejor jugador de fútbol mexicano de la historia. Su talento es tan grande que se va a vivir a Europa donde vive los excesos, las mujeres y el rock and roll hasta que lo pierde todo y no tiene de otra que regresar al pueblito donde nació para entrenar el equipo femenil de futbol, pero eso no será lo más difícil, el mayor problema al que se va a enfrentar es al de ser deconstruido por las chicas del equipo que no van a tolerar su machismo, clasismo y prepotencia.
Esta es la trama de Las Bravas FC, nueva producción mexicana original de HBO Max que acaba de estrenar sus primeros tres episodios. Platicamos con Ana Valeria Becerril, Irán Castillo, Mariane Cartas, el primer actor José Sefami y Mauricio Ochmann sobre esta serie.
La serie habla sobre segundas oportunidades. ¿Cuál ha sido la mejor segunda oportunidad que han tenido en su carrera?
Mariane Cartas: La segunda oportunidad que viene a mi mente ahora es la actuación. Yo a los 11 años protagonicé una película llamada Rocj Mari (2010) y pues en esa época era una niña, mi sueño más grande era el de ser actriz, pero por cosas de la vida empecé a sentir que no era algo serio, o sea yo tenía ese estereotipo acerca de la actuación por lo que mejor quise estudiar algo de ciencia. Me metí a psicología y estudié la carrera entera, cuatro años de psicología con una especialización en filosofía y la investigación. Me gradué, terminé la carrera y como que algo nada más no se acomodaba, me sentía rara y cero apasionada respecto de la psicología. Entonces siento que yo misma me dio una segunda oportunidad porque como que me cayó el 20 y dije: la neta es siempre quiero ser actriz, de niña siempre quise serlo y en algún momento creí que no era algo serio, pero claro que lo es por lo que quiero darme la oportunidad de perseguir ese sueño otra vez. Esto sucedió hace un año y regresé a cursos de teatro, empecé a hacer castings otra vez, 100% enfocada en la actuación y mágicamente por una suerte increíble del mundo me tocó hacer este proyecto de Las Bravas FC. Es mi regreso a la actuación y mi segunda oportunidad.
José Sefami: Fíjate que muchísimas oportunidades se me han repetido en la vida. Yo ya he pasado la primera, la segunda, la tercera y un gran etc. Y ahora puedo hacer un personaje tan entrañable se lo agradezco mucho a HBO Max porque es hacer un personaje que ya no queda en el cartabón de los malditos o los asesinos etcétera, etcétera. Entonces tengo una nueva oportunidad como actor de poder reinventarme y decir: no soy tan malo. Yo siempre he querido ser galán, pero siempre me dan de feo (risas), entonces esta es como una segunda oportunidad para hacer un personaje bonachón que ama la vida y que cuida a las niñas del equipo, que le encanta el fútbol, algo distinto a mí y del personaje que hace Mauricio.
Irán Castillo: Para mí sería en mi carrera. Ahora existen tantos lugares para trabajar y me encanta que haya tanta opción para todos. Yo creo que es bonito porque antes había nada más dos lugares donde uno podía trabajar y ya. Ahorita hay mucha variedad, muchísimos proyectos entonces eso da trabajo a más gente y también da chance de hacer todo tipo de cosas no todo tipo de géneros entonces a mí me encanta eso, me encanta toda la variedad que hay ahorita y la oportunidad.
Mauricio Ochmann: La vida es para que la enfrentes y tú decidas cómo reaccionar a ella. Yo un poco al igual que el personaje… Todos somos humanos, todos tenemos estos fantasmas, estos miedos y estas inseguridades que de repente van creando y van forjando una personalidad o un mismo personaje que de repente uno se arma como mecanismo para sobrevivir o de defensa. Yo en mi vida personal sí sufrí, o sea, la vida me presentó una oportunidad de seguir sobreviviendo o de realmente entrarle a la vida y yo la tomé, yo Mauricio la acepté y ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida porque de ahí en adelante pues mi vida es otra y todo a mi alrededor personalmente, profesionalmente cambió radicalmente y siento que un poco lo mismo le sucede a Roberto Casas, que es el personaje que hago, quien tiene también un viaje de redención y tiene este viaje de volver al origen, de volver a la esencia, a su a su raíz humana y realmente confrontarse a sí mismo y confrontar todos los fantasmas con ayuda de toda la gente que se le va presentando en el camino y en especial con el equipo de la Las Bravas, que le dan varias cachetadas para que reaccioné. Yo creo en las segundas oportunidades.
¿Tuvieron algún entrenamiento o preparación previa?
Mariane Cartas: Empezamos a entrenar como 6 o 7 semanas antes de empezar el rodaje y la gran fortuna es que entrenamos con jugadoras profesionales, entrenamos con chicas que van a la Liga mayor femenil y que son unas CRACKS. Ellas fueron nuestras maestras y amigas en todo momento. Fue muy lindo de verdad crear un equipo con ellas. Nosotras nos la pasábamos preguntando: ¿Y esto cómo es? ¿Una futbolista cuánto gana? Ellas también cuentan su experiencia y cómo es vivir como futbolistas desde el lado femenil porque es muy distinto estar en una Liga mayor femenina que sería como una Liga de Ascenso siendo hombre a siendo mujer, todo lo que tiene que ver con salarios, con promotores, que tanto dinero hay de por medio… SPOILER, en el femenil no hay. Entonces fue muy, muy lindo poder empaparnos de eso.
Ana Valeria Becerril: Para mí personalmente este proyecto junta dos pasiones en mi vida que es la actuación y el fútbol. Yo juego fútbol desde los 10 años, entonces toda mi niñez hasta la preparatoria me la pasé jugando y fue como algo muy formativo el ir con mis amigas saliendo de la escuela a jugar fútbol y cuando me llega este proyecto y leo el guion me hace todo el sentido formar parte de esta historia entonces yo me divertí muchísimo, lo dejé todo en la cancha y volví a prender fútbol porque llevaba unos cuantos años practicarlo. A veces los domingos iba a ligas o jugaba cascaritas con amigos, pero no entrenaba fútbol en varios años y acá fue recordar otra vez porque me gusta tanto.
¿Cómo fue la audición?
Ana Valeria Becerril: fue una audición muy, muy grande y se hizo aparte unos meses antes de que comenzará la pandemia por lo que el proyecto se tuvo que suspender. Todo se pausó hasta un año y medio después que nos dijeron: ¡Sí, sí, sí, ya vamos a arrancar Bravas! Todos llegamos al set con un montón de emoción de estar ahí los que teníamos que estar.