Con Marcel the Shell with Shoes On, un filme stop-motion y falso documental nominado al Oscar en 2024 como Mejor Película Animada, Dean Fleischer Camp se consolidó como uno de los directores más prometedores de su generación. Su visión particular y sensibilidad narrativa llamaron la atención de Disney, que le ofreció dirigir la esperada versión live-action de Lilo & Stitch, uno de los clásicos más entrañables de los 2000.
La historia sigue a Lilo, una niña hawaiana que adopta a Stitch, una criatura alienígena que confunde con un perro. Juntos forman una familia disfuncional pero profundamente amorosa, mientras enfrentan amenazas tanto de la tierra como extraterrestres.
Platicamos con Dean Fleischer Camp sobre este nuevo reto y la importancia que tiene la palabra “Ohana” en su vida.

No te pierdas: ¡Memorias de un Caracol se proyectará gratis en el IPN!
¿Había algo en la versión animada que era tan sagrado que dijeron: esto tiene que estar en esta versión live-action?
Claro. Todo lo que verán en nuestra película de la original está ahí porque lo consideramos sagrado. Esa era nuestra manera de verlo. Amamos la original y tiene tantos momentos icónicos que tuvimos que analizar con mucho cuidado qué podíamos cambiar y qué no. No queríamos hacer cambios solo por ser diferentes, queríamos que cada decisión tuviera una buena y justificada razón.
Dean, Marcel the Shell es una producción hecha a mano, muy íntima. ¿Cuál fue la diferencia entre ese filme independiente y esta película con un presupuesto mucho mayor? ¿Pusiste algo de esa esencia indie en este proyecto?
Yo no sé hacer películas de otra manera. Así que esta es lo más hecha a mano que una película de este tamaño puede ser. El primer día de trabajo me tranquilizó porque, al final, es el mismo proceso que cuando hacía cortometrajes con mis amigos de adolescente. Todo se trata de contar una historia, solo que ahora lo hago con 200 personas trabajando junto a mí. Hay tanto en esta película de lo que me siento orgulloso… Estoy tan cercano a mi proceso que para mí todo parece normal, pero es la gente desde fuera la que me hace notar los detalles. Varias personas que ya vieron la película me han dicho que se notan esos elementos “indies” que son tan característicos de mi trabajo.

¿Cómo fue el trabajo con la joven actriz Maia Kealoha para lograr esa interacción tan cercana con Stitch?
Algo que quise lograr en esta película, y que no había visto en otras adaptaciones CGI de filmes animados, fue crear intimidad real entre los personajes en el set. Obviamente Stitch no es real —spoiler por lo que acabo de decir—, pero quisimos construir algo que no existe y hacerlo tangible, para que los actores pudieran generar una conexión verdadera. En especial con actores jóvenes, necesitábamos darles algo físico: un muñeco, un perro que se llama Dale, o el apoyo del entrenador de actuación. Eso me permitió como director explorar e improvisar, y que en la edición final se viera algo más fresco y emocionante.
No sé si sabías esto, pero la versión animada de Lilo & Stitch se ha convertido en un símbolo para la comunidad autista. Es muy importante para ellos. ¿Cómo abordaste ese aspecto sin que fuera explícito, pero manteniéndolo presente?
Claro, y creo que esa es la razón por la que Lilo es un personaje tan icónico. Esta película celebra a las personas neurodivergentes, y creo que por eso tantos se identifican con Lilo y también con Stitch. Para nosotros era fundamental incluir eso, para honrar el legado que ya se ha formado en torno a ellos.
Lilo le enseña a Stitch el significado de la palabra “Ohana”, que quiere decir familia y pertenecer a un lugar. ¿En tu carrera has sentido alguna vez ese “Ohana”? ¿Que perteneces a un sitio que te da paz?
Claro, creo que ese es el gran regalo de hacer películas. Pero también duele cuando terminas una, porque formas un grupo muy especial con quienes estás trabajando. A veces estábamos todos llenos de lodo en la jungla, bajo la lluvia… Entonces, después de tantos meses de conexión intensa, esas personas se vuelven amigas para toda la vida. Pero sí hay un sentimiento como cuando termina el campamento de verano: sabes que esa familia no volverá a reunirse de la misma manera, porque cada uno se irá por su camino y se “graduará” de formas distintas.
Estrena el jueves 22 de mayo en cines.

Te puede interesar:
Ver esta publicación en Instagram