Martin McDonagh, director de Tres anuncios por un crimen
Foto: Time Out London
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Martin McDonagh vuelve con la novela negra Tres anuncios por un crimen

Después de Siete psicópatas, el director Martin McDonagh regresa de la mano de Frances McDormand para competir por el Oscar a Mejor película en los Premios de la Academia 2018

Helen O’Hara
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Martin McDonagh, el autor y director de En brujas y Siete psicópatas, es uno de los escritores más exquisitos de nuestra época. Su largometraje más reciente, Tres anuncios por un crimen, cuenta la historia de Mildred (Frances McDormand), madre de una adolescente asesinada. Tras meses sin encontrar al asesino, Mildred coloca tres espectaculares acusando al alguacil local (Woody Harrelson) de negligencia.

Chistosa y dolorosa, esta cinta es una de las favoritas a ganar Mejor película en los Oscar de este año, así que buscamos al director para que nos contará más sobre esta cinta.

Estuviste años con la idea en tu cabeza para esta cinta. ¿Cómo comenzaste?
Estaba en un autobús pasando por un estado del sur y vi dos carteleras en un campo con un mensaje similar al de Mildred. Acusaban a la policía de algo es muy fuerte y doloroso, por alguna razón esa idea se quedó en mi cabeza. Hace más o menos ocho años decidí que quería escribir la historia. En cuanto decidí que quien colocaría las carteleras sería una madre, Mildred salió corriendo por la calle con una bomba molotov en su mano.

Escribiste la cinta con Frances McDormand en mente. ¿Qué hubiera pasado si hubiera negado el papel?
No hay nadie más que pueda representar a Mildred. Nadie tiene la misma fuerza ni integridad, y nadie puede representar a una mujer de clase trabajadora sin hacerla menos. Por suerte dijo que sí. Estaríamos jodidos si nos hubiera dicho que no.

¿Por qué se lo escribiste a ella?
La conocí cuando mi obra de teatro, The Beauty Queen of Leenane, se estaba presentando en Nueva York. Conocí a Frances y a su esposo Joel Coen después de la presentación, hablé con ellos muy poco. Los volví a ver 5 años después de eso y le dije que trabajáramos juntos en una obra de teatro. Me dijo, “No, una obra no. Una película”. Hay gente a la que le quiero escribir, y no lo hice porque ella me dijo, aún así lo hubiera hecho. Todo el poder estaba de mi lado.

Foto: Time Out London

¿Cómo se llevaron trabajando juntos?
Me imaginé que sería difícil, ¡y vaya que lo fue! No aceptaba mierda de nadie, y eso solo podría suceder de dos formas. Esperaba que su actuación y la integridad de eso sería lo más importante para ella, y sí lo fue. Es una persona de voluntad muy fuerte, al igual que yo. Soy bastante pedante en cuanto a respetar el guion y en asegurar que todo se haga palabra por palabra, no me gusta jugar con eso. Ella tampoco, hasta cierto punto, debido a sus antecedentes teatrales. A pesar de esto, era el personaje principal de la cinta y creo que hubo un cinco porciento de discusiones sobre pedazos del dialogo. Se trataba menos de agregar o cambiar cosas y más de quitar cosas, lo cual yo siempre resentía mucho, así soy.

Entonces, ¿no eres fan de la improvisación?
Me gustan mucho los actores, pero nunca dejaré que el escritor de una película se vea afectado, eso lo defiendo mucho. Protejo mucho los guiones. Si me entero de que a un actor no le parece algo del guion entonces no le daré el trabajo, por eso trabajo con gente específica. No solo porque sean gente de teatro, sino porque respetan el trabajo que se hizo previamente.

¿Cómo te sientes al estar considerado para los Óscares?
Uno nunca quiere que su película desaparezca, como lo que pasó con En Brujas en Estados Unidos. Todavía ni sale esta cinta y quien sabe qué pasará, pero nunca había estado metido en una conversación para ganar algún premio. Terminamos la película en enero y recuerdo pensar: “No puedo imaginarme a alguien haciendo un mejor trabajo que Frances este año”. Quiero que ella se parte de esa conversación, también Woody y por supuesto que eso también es bueno para mi.

Foto: Time Out London

Ganaste un Óscar por tu corto Six Shooter. ¿Eso te ayudó a estar un poco más relajado en cuanto a toda la atención que recibes?
Definitivamente. Cuando me nominaron a Mejor guion por En Brujas, fue muy relajante y divertido porque ya había ganado uno. Aparte sabía que no iba a ganar, lo cuál ayudó aún más.

¿Qué recuerdas de cuando ganaste?
Me acuerdo estar aterrado y muy concentrado en no caerme al subir las escaleras. Se suponía que mi acompañante iba a ser mi amigo que salía en la cinta, pero lo pararon en migración y lo regresaron a su casa, entonces estaba enfocado en darle las gracias a él. Eso me quitó un poco los nervios, pero aún así estaba muy asustado. Recuerdo bajarme del escenario y pensar: “Fiuf, eso terminó y ahora tengo un Óscar”. Instantáneamente me sentí muy feliz y los nervios y el miedo desaparecieron.

Tu hermano, John Michael McDonagh (The Guard) también es cineasta. ¿Se aconsejan mutuamente?
Nunca. Nos gustan las mismas cintas y crecimos enamorados de las mismas, por eso estamos en esta industria, pero tenemos egos muy grandes cuando a nuestro arte se refiere, así que no nos interesamos. Nunca pedimos opiniones ni nada.

La película:

  • Cine
  • Comedia
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

No existen muchos guionistas-directores que puedan contar una historia sobre una violación pueblerina, el dolor y la culpabilidad, y a la vez te conduzcan por un camino de humor negro y que, sobre la marcha, se divierten con el guion y la interpretación, pero Martin McDonagh (En Brujas, Siete Psicópatas) es uno de ellos.

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