Natalia Beristáin presenta Los adioses, su nueva película
Foto: Cortesía Icunacury Acosta

Natalia Beristáin nos cuenta sobre Los adioses, película sobre la escritora Rosario Castellanos

La directora mexicana nos platica sobre su segundo filme protagonizado por Karina Gidi, Daniel Giménez Cacho, Tessa Ia y Pedro de Tavira, que estrena el 24 de agosto

Escrito por
Liz Robles
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Cuando Natalia Beristáin terminó su ópera prima, No quiero dormir sola (2012), tenía muchas dudas; ser una mujer profesionista, la maternidad y las relaciones en pareja le rondaban la mente. Fue así, y gracias a que descubrió la correspondencia entre la escritora Rosario Castellanos y su esposo, Ricardo Guerra, fue que se le cruzó la idea de hacer una película sobre los últimos años de la autora de Oficio en tinieblas (1962).

Los adioses muestra desde el primer encuentro de Rosario con Ricardo, hasta los pesares de su matrimonio, su resistencia a convertirse en el estereotipo de ama de casa mexicana y su empoderamiento como escritora en los sesenta, además de la fuerza que tuvo para sobrellevar un México machista.

Platicamos Natalia sobre su trabajo con Karina Gidi y Tessa Ia —que interpretan a la escritora en dos momentos diferentes de su vida— y sobre el aprendizaje que le dejó esta película.

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¿Qué sentiste al leer las cartas de la escritora Rosario Castellanos?
Descubrí a un personaje increíble. A lo mejor había leído por ahí una novela suya, pero no era una escritora que estuviera en mi radar, y de pronto me encuentro con una mujer entrañable, con un sentido del humor profundo, agudo, oscuro, brillante, enamorada, frágil, contradictoria, en fin, una mujer de carne y hueso. Esa imagen me permite empatarla con estos cuestionamientos personales que yo tenía. Es por esto que decidí contar la vida de Rosario.

¿Hiciste una gran investigación para desarrollar la historia?
Pasé dos años leyendo exclusivamente Rosario. Me acuerdo mucho que el primer día que hicimos un lectura con los cuatro actores les entregamos un dossier de una investigación de la época, contexto histórico, social, cultural, fuimos más allá de la biografía de estos dos personajes. Debíamos tener claro el entorno en el que se iba a contar la historia y a partir de eso ficcionarlos, porque al final no es un documental.

Foto: Cortesía Icunacury Acosta

¿Cómo fue el proceso de casting?
No hubo. Tengo la mala ocurrencia de no pensar en un proyecto sin —más o menos— tener a los actores en la cabeza. Cuando pensé en la figura de Rosario, la primer cara que se me vino a la mente fue Karina Gidi,y gran parte de lo que quería hacer eran escenas de un tête à tête entre dos actores en la intimidad de una locación, entonces necesitaba a alguien que fuera del mismo calibre que ella. Para ese papel no existía nadie más en mi radar que Daniel Giménez Cacho y también me dijo que sí.

En la contraparte joven, no me interesaba demasiado guiarme por el parecido físico, me interesaba más encontrar un parecido tonal y emocional. Para mí no había duda de que Pedro de Tavira podía hacerlo sin ningún problema. Tessa Ia siempre fue un rostro que me interesaba, que me daba mucha curiosidad, e hicimos una pequeña prueba de cámaras, a los 10 minutos supe que era ella.

¿Cómo te sentiste trabajando con Karina Gidi y Daniel Giménez Cacho?
Un gozo. Una característica clave de un buen actor es que no importa la trayectoria que traiga atrás, es capaz de presentarse a cada proyecto como un lienzo en blanco y como directora es súper rico. Con lienzo en banco no quiero decir que no cuestionen, eso solo suma al proceso de creación de un personaje, al final mapeamos muy bien quiénes eran nuestros personajes. Casi casi me sentía como consola, solo tenia que ajustar un poquito, porque ellos se iban solos y ver eso era profundamente emocionante.

¿Qué te dejó Los adioses?
Me dejó un posicionamiento feminista mucho más fincado de lo que tenía antes. Descubro que hay un momento de la película, que es hacia el final, el discurso que ella está dando, que es un discurso que escribe en 1972. Estamos hablando de más de 40 años; leo ese discurso y me parece completamente actual y pertinenete. Pensamos que hemos avanzado mucho en cuestiones de género y no es cierto, siempre te tienes que ver bien, estar de buenas y cumplir con unos cánones que la sociedad estableció para ti.

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