Cuando sea joven, película que llega a los cines de la CDMX
Foto: Cortesía de la producción

Natasha Dupeyrón nos cuenta sobre su papel en Cuando sea joven

La actriz mexicana nos platicó sobre su experiencia trabajando junto a Verónica Castro y cómo —al igual que nosotros— ya le duelen las rodillas

Stivi de Tivi
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Stivi de Tivi
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Malena es una viuda de 70 años que dedicó su vida a cuidar a su hijo, quien ahora es un respetado doctor, pero no tiene tiempo para ella, su nuera la desespera y a su nieto no lo entiende. Cuando descubre que su familia está pensando en mandarla a un asilo decide escapar terminando en un estudio fotográfico que mágicamente la convierte en una mujer de 22 años. Ahora con toda la juventud y actitud decide disfrutar su vida al máximo y hasta termina siendo la vocalista principal de la banda musical de su nieto.

Esta es la trama de Cuando sea joven, nueva comedia mexicana que estrena en cines y cuenta con el trabajo de Verónica Castro y Natasha Dupeyrón. Time Out México platicó con Natasha sobre su trabajo en este filme.

¿Conocías la película sur coreana Miss Granny en la que está basada este filme?
La verdad no sabia de ella, hasta que hablé con el productor y me contó, pero la verdad es que creo que yo como actriz prefiero crear un personaje en conjunto con el guion, el director, mis compañeros por lo que preferí no verla, aunque todo mundo me dice que es muy buena igual y ahora si la veo. 

¿Cómo fue el trabajo físico, corporal y de voz para darle vida a una persona adulta y no verte como alguien imitando?
Fue muy divertido porque tuve una coach llamada Maru Bravo porque cuando me llegó el guion me dio miedo caer en la burla, en el cliché de una ancianita. Pregunté, ¿Cuánto tiempo tengo para prepararlo? Me dijo el director: un mes y medio. Entonces empecé a trabajar con Maru viendo todas las películas de Verónica Castro porque ella tiene una personalidad y movimiento corporal muy específico, nos clavamos en el guion, los textos en porque estaba diciendo lo que decía, ella y yo fuimos mucho al centro y nos compramos un café, nos sentábamos en la calle y observábamos a las señoras mayores pasar, toda la tarde solo observar para ver cómo caminaban o agarraban a su hijo, se movían, eso fue divertido. También platiqué mucho con Verónica ya que quería saber a dónde quería que lleváramos el personaje, entonces me clavé tanto que después de salir del personaje me costó trabajo volver a ser yo. 

¿Y en el set eras tu personaje o solo cuando gritaban acción?
No podía darme el lujo de perder el personaje por lo que intenté no conectar con Michael Ronda y aunque fue duro ahora que lo vi en pantalla valió la pena. No quería conectar con él como amiga para que la relación fuera auténtica de abuela-nieto. Entonces recuerdo que ellos se reían, jugaban y yo al lado platicando con el Flaco Ibáñez o con el director para no perder esta madurez. 

Es tu regreso en cuestión musical, hace mucho que no te veíamos cantando y sobre reinterpretando las canciones que salen en la película, ¿Cómo fue?
Estaba nervioso porque cantar boleros no es cosa fácil. La historia detrás de las canciones y las personas que han interpretado estas canciones tan maravillosas son unas leyendas. Me encantan los boleros. Me puse nerviosa y acepté cantar solo avisé que no cantaba al nivel que las canciones exigían por lo que me ponen una coach vocal que se llama Erica Buñuelos, quien me hizo cantar en poco tiempo. Julio Reyes fue parte fundamental de darle vida a estas canciones. Estuve rodeada de gente talentosa que creyó en mí y hasta yo quedé sorprendida con el resultado. 

El miedo a la vejez en la industria…
Nos burlamos mucho de eso, ¡Ya estás muy señora! ¡Haces cosas de doña! Como si significa no ser importante, atractiva o útil. Cuando en realidad ser una señora implica ser un ser maduro, independiente, con historia. Yo quiero envejecer con estilo igual que como lo ha hecho Verónica Castro porque la presión que existe en el medio es gigantesca y que ella se deje sus canas, sus arrugas estando orgullosa de lo que es. Yo la admiro muchísimo. Envejecer da miedo, pero por lo que nos han dicho, es una mentira que creímos. Ya me están saliendo unas canas y las amo. 

Natasha, ¿Has tenido cosas o dicho cosas que cuando las escuchas dices: ¡Ay, ya no soy tan joven!?
Ya me duelen las rodillas. Lo juro y ya empecé con él: a mí nunca me había pasado. Voy a fiestas y soy la que dice, ¿Le pueden bajar a la música? No podemos hablar. O el TikTok, eso ha sido un golpe durísimo. Lo tengo porque me gusta ver, pero luego tiene cosas de gente haciendo que digo, no entiendo. No me da tristeza lo aceptó y que los demás lo disfruten. 

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