Mortal Kombat (2021)
Foto: Cortesía Warner Bros. Pictures

Mortal Kombat

A este reboot del clásico noventero llegó a las salas de cine sin sangre ni fatalities

Stivi de Tivi
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Stivi de Tivi
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⭑✩✩✩✩

La década de los noventa no podría ser la misma sin la existencia de Mortal Kombat; desde los videojuegos (el primero salió en 1992) hasta la película (1995), sin olvidar la canción electro dance “Techno Syndrome” que todos recordamos por el famoso Mooooortal Koooooombat. En los siguientes años, el videojuego mantuvo popularidad, pero no fue hasta que uno de los directores consentidos de Warner, James Wan, presentó la idea de un reboot cargado de sangre para que la franquicia regresara al cine.

La historia nos presenta una batalla entre el bien y el mal que está a punto de perderse, ya que el Outworld (Mundo Exterior) ha ganado los últimos nueve campeonatos de Mortal Kombat y si ganan otro más, nuestro planeta desaparece. Aquí es cuando entra Cole Young (Lewis Tan), un luchador de artes marciales mixtas que es buscado por Jax (Mehcad Brooks) y Sonya Blade (Jessica McNamee), pues cuenta con la marca del dragón en su cuerpo, convirtiéndolo en uno de los últimos elegidos para pelear por el honor de la tierra. Obviamente el mal, liderado por Sub-Zero (Joe Taslim) ,no permitirá que Cole y los que quedan se preparen para competir en la pelea final para salvar a la humanidad.

Esa es la trama de la película de la que no podíamos ponernos muy exigentes porque ya sabíamos lo que ofrecían, peleas, peleas y más peleas. Pero, ¿qué sucede cuando no cumplen con el combate que tiene hasta implícito en el nombre? Mortal Kombat es un infomercial de lo que parece ser una franquicia en la que en algún momento (si es exitosa) veremos el esperado enfrentamiento entre el bien y el mal, pero a los guionistas les pareció ingenioso solo mostrarnos una parte del camino que recorrerá el nuevo reboot y justo aquí empiezan los problemas.

El guion pretende ser más nutrido de lo que realmente es, mostrando subtramas que no enganchan o aportan, entonces el filme empieza lento, cuando llegan al momento del clímax la emoción es nula. Lo único que deseamos es que termine. Por otro lado, tenemos personajes flojos con los que jamás te identificas, en especial con el protagonista: su aventura y problemática te importa lo mismo que una gota de agua en un rio; nada. Sin mencionar las pésimas actuaciones que todos realizan como el chocante Kano (Josh Lawson), un personaje que pretende ser el todas mías con sus chistes ácidos y comentarios directos, pero le falta carisma, actitud y talento.

Repito, esta es una película sobre golpes entre gente poderosa y las cosas mencionadas arriba no deberían de importar tanto porque lo que queremos es ver un espectáculo, el cual nunca llega y a la mitad del filme ya estás cansado. Ahora, si hablamos de las escenas de acción no vemos nada original. ¿Sangre? Existe, pero tampoco es gore. Solo dos escenas se destacan y tampoco es que sean sorprendentes, el videojuego actualmente tiene mejores fatalities.

26 años después de la primera película es una lástima descubrir que, a pesar de tener poco presupuesto y efectos especiales baratos, es emocionante y respetó la idea principal del juego.

Mortal Kombat Dir. Simon McQuoid. Estados Unidos, 2021. Con Lewis Tan, Jessica McNamee Y Josh Lawson. Estreno: Jueves 15 de abril.

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