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¿Recuerdas cuando la franquicia Fast and Furious se trataba de autos rápidos corriendo furiosamente? Fueron días felices. Las películas de carreras de resistencia se sintieron frescas en una era de películas de acción donde casi todo es falso, en la cómoda seguridad de un escenario de pantalla verde. Lamentablemente, las interminables aventuras de Dominic Toretto (Vin Diesel) se han basado (desde entonces) exactamente en eso. Un tedioso pantano de efectos por computadora simplones.
La “familia” de Rápidos y Furiosos incluye a Michelle Rodriguez como Letty, los raperos Tyrese Gibson y Ludacris como Roman y Tej respectivamente, además de Nathalie Emmanuel de Game of Thrones como Ramsey. En esta ocasión están atrapados en una deriva interminable de travesuras de espías de mala calidad que no pueden compararse con 007 o Mission Impossible. Quedó atrás el verdadero asombro que el director Justin Lin una vez llevó a las secuencias de acción en vivo de crash y smash.
Rápidos y Furiosos 9 es, sin duda, la peor de las adiciones recientes de la franquicia, y también está muy feliz de insultar nuestra inteligencia. No, no estoy hablando de bromas sobre las leyes de la física después de que un automóvil acaba de balancearse como Tarzán en una cuerda sobre un acantilado. O las habilidades tremendamente inconsistentes de los imanes, o un Ford Pontiac expulsado al frío y oscuro abismo del espacio.
En esta etapa de la franquicia, cosas tontas como esa son un hecho. Pero cuando el guion, tal como es, coescrito por Lin y su compañero Daniel Casey, pide a Gibson que deje caer repetidamente una broma sobre lo surrealista que es que ninguno de ellos sea capaz de morir, es tan aburrido como suena.
Fingir que Brian (Paul Walker) todavía está por ahí es complicado, especialmente cuando su esposa y la hermana de Dom, Mia (Jordana Brewster), está de vuelta a bordo; ahora tenemos un hermano malvado que nunca se mencionó hasta ahora y con el que Dom también tiene que lidiar. Se requiere que John Cena sea permanentemente gruñón en este ingrato papel. Con Dom (también deprimido), la única persona que parece estar disfrutando de esta salida es Rodriguez, totalmente desprotegido. ¿Quién puede culparla? El guion literalmente le pide que responda a la alegría de Mia: “Dom es mi hermano, pero tú siempre serás mi hermana”, con la inexplicable, sombría y pálida frase “¿No es gracioso cómo todos tenemos secretos?”.
No es ningún secreto que todos los involucrados disfrutan de cheques estratosféricos, por lo que una Fast X parecería inevitable. En cuanto a esta entrega, nadie está aquí para la trama, pero en caso de que te lo preguntes, se trata de un arma apocalíptica McGuffin. Esta película ni siquiera puede molestarse en crear sus propias cosas, como lo demuestran en las copias del camión de The Dark Knight de Christopher Nolan, y una secuencia de lucha en las calles de Edimburgo que fue robada de Avengers: Infinity War. Es un lío de dos horas y media; un mosaico interminable de ingrávidos, carros dibujados por computadora y falsas muertes que subrayan la falta total de apuesta.
El único respiro real recae directamente sobre los hombros de dos mujeres que merecen mucho mejor que esto. Helen Mirren es tan valiente como Queenie, que roba collares de diamantes y esmeraldas, en un ir al baño te perderás su cameo. Luego está el regreso demasiado parco de Charlize Theron como Cipher ciber-terrorista, sin duda porque el generalmente carismático Cena no es un principiante. La estrella de Mad Max: Fury Road tiene más impacto al caminar por la pantalla que cualquiera de las acrobacias en este mortal y aburrido accidente automovilístico de una película.
Rápidos y Furiosos 9 Dir. Justin Lin. Estados Unidos, 2021. Con Vin Diesel, Michelle Rodriguez, John Cena, Chris Bridges, Jordana Brewster, Charlize Theron, Helen Mirren y Tyrese Gibson. Estreno: Jueves 24 de junio.
