Drive My Car, película nominada a los Oscares 2022
Foto: Cortesía de la producción

Drive My Car la nueva película de Ryûsuke Hamaguchi nominada al Oscar 2022

Como si fuera una seductora fusión de Chéjov y Murakami, este drama japonés es una experiencia realmente enriquecedora

Phil de Semlyen
Gil Camargo
Escrito por
Phil de Semlyen
Traducido por
Gil Camargo
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El guionista y director Ryûsuke Hamaguchi toma un relato breve de Haruki Murakami y lo expande en tres horas cautivadoras y enigmáticas con un drama lento que está lleno de oleajes silenciosos que te roban y te arrastran. El cineasta japonés, que por fin se abre paso en occidente, ha sido comparado con el gran Yasujirō Ozu y bueno… justo. Su trabajo de cámara poco demostrativo, sus ritmos suaves y su fascinación por el interior emocional de las almas atormentadas aportan una mirada conmovedora similar al bullicio de la vida moderna como lo hizo Ozu con el Japón de mediados de siglo.

El hecho de que los créditos iniciales de la película no transcurran hasta más de 40 minutos, momento en el que prácticamente se califican como un sobresalto, da una idea de cuán rumiante es el estilo cinematográfico de Hamaguchi. Pero, lo que es más importante, nunca es remotamente serpenteante, ya que el director de teatro Yusuke (Hidetoshi Nishijima), tambaleándose por la repentina muerte de su esposa guionista, Oto, se dirige al sur a Hiroshima para presentar una versión del Tío Vanya de Chéjov. Su floreciente parentesco de pareja extraña con su joven chófer (Toko Miura) se observa maravillosamente, mientras ella lo lleva en su Saab 900 rojo antiguo.

La muerte de Oto se trata en Drive My Car, el enigmático tramo previo a los créditos, pero los misterios que deja atrás (el sueño a medio terminar con el que se burla de su esposo, el joven actor Yusuke con quien la encuentra en una cita posterior no mencionada en su apartamento) se ciernen sobre el resto de la película como un velo. La presencia del actor novato en su versión de Vanya se siente como una dura coincidencia, pero pronto juega como la mano del destino.

Las geniales mentiras que sustentan esta película bellamente interpretada son la forma en que el guión de Hamaguchi toma los temas de la historia de Murakami (pérdida, amor, celos, curación) y encuentra ecos de ellos en la famosa obra de Chéjov. Mientras Yusuke escucha las lecturas de líneas grabadas de su esposa en el automóvil, navega por dos capas de significado: ¿la vida está imitando al arte o viceversa? El mundo de Vanya y el de Yusuke son igualmente frágiles, igualmente atrapados entre la perdición y la salvación. Qué forma más inteligente e inquietante de mostrar el poder del arte para articular el dolor que nos cuesta expresar.

Drive my Car Dir. Ryûsuke Hamaguchi. Japón, 2021. Con Hidetoshi Nishijima, Tôko Miura, Reika Kirishima, Sonia Yuan, Satoko Abe, Masaki Okada, Perry Dizon, Ahn Hwitae.

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