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A mi mamá le encanta decir: “Recordar es volver a vivir”, que más allá del romanticismo tiene cierta verdad ya que los seres humanos tenemos la capacidad de retorcer el tiempo con nuestra mente para repasar experiencias pasadas. Justo esta frase no dejo de brincar en mi mente cuando estaba viendo la película de ciencia ficción Reminiscencia, protagonizada por Hugh Jackman.
En un futuro no muy lejano, las capas polares han empezado a derretirse provocando que las ciudades se sumergieran en el mar, entre ellas Miami, en la que sus sobrevivientes viven en los altos rascacielos y se transportan en lanchas como si fuera Venecia. El mundo ya es un lugar hostil por lo que Nick Bannister (Jackman) y su socia Watts (Thandie Newton) han encontrado una mina de oro con su negocio que le permite a las personas viajar a recuerdos felices del pasado con ayuda de una máquina. Un día llega Mae (Rebecca Ferguson) a solicitar sus servicios ya que perdió algo y desea encontrarlo con su ayuda; esta misteriosa y elegante mujer llama la atención de Nick quien decide conocer más de ella hasta terminar completamente enamorado. El problema sucede cuando Mae desaparece sin dejar rastro obligando al protagonista a tratar de encontrarla a como dé lugar aunque ponga su vida en peligro.
Lisa Joy es una talentosa guionista y directora con una habilidad para mezclar la fantasía con cuestiones filosóficas y religiosas, desde la divertida Pushing Daises a la serie de culto Westworld en las que ha logrado llevar a niveles altísimos una simple historia sobre un parque de diversiones con robots. En esta ocasión Lisa decide hacer a un lado a su esposo Jonathan Nolan (el hermano menor de Christopher y con quien ha trabajado en las tres temporadas de Westwolrd) para producir, escribir y dirigir esta mega producción con uno de los actores más populares del cine actual.
Lamentablemente este proyecto le quedo bastante grande porque la película quiere ser muchas cosas en una: un thriller de cine negro con una femme fatale, una aventura de ciencia ficción con crítica social y una historia sobre la redención de personajes atormentados; entonces en su intento por abarcar tantos espacios no llega a establecerse en uno solo haciendo que se sienta descuidada y pérdida.
La idea central de vivir en base a nuestros recuerdos es fantástica y real ya que en este momento estamos atiborrados de contenidos que se dedican a lucrar con la nostalgia, desde series situadas en los ochenta a secuelas de películas queridas hace 25 años y reuniones de actores que participaron en algún proyecto que marcó a la cultura pop. Entonces ahí logra conectar de manera inmediata, su problema es la historia con la que deciden llevar el largometraje: la obsesión de un hombre por una mujer que realmente no conoce. De todos los caminos que pudo escoger para desarrollarla eligió una que termina siendo tediosa, limitada y poco atractiva. En el segundo acto ya no te interesa descubrir qué ocurrió con ella y te pones a fantasear en las otras personas que han llegado a usar la máquina de los recuerdos.
Mientras estás viendo Reminiscencia no dejas de pensar que ya te habían contado está historia, de hecho me trajo a la mente el segundo filme del cuñado de la directora, Memento (2000), con la diferencia de que no tiene las cualidades para sobresalir por sí sola, ni alguna cualidad que haga que el interés del espectador este todo el tiempo presente.
Este un debut cinematográfico bastante genérico con problemas de ritmo que te hace pensar lo que hubiera sucedido si Lisa Joy hubiera explorado esta idea y universo de una mejor manera. Es una película que al salir del cine no volverás a recordar porque volver a vivir esas dos horas en el cine no provoca felicidad.
Reminiscencia Dir. Lisa Joy. Reino Unido, 2021. Con Rebecca Ferguson, Hugh Jackman y Thandie Newton. Estreno: Viernes 20 de agosto.