Stranger Things: Razones por las que amarás esta serie

Nos presenta cómo un pueblo de Indiana se consterna tras la misteriosa desaparición de un niño… ¡Ya sé! ¡Eso no es nada nuevo! Pero mientras la policía y su familia tratan de rastrearlo se encuentran con situaciones terroríficas y paranormales, al mismo tiempo de que los amigos del pequeño conocen a un misterioso niño de la misma edad, sólo que éste no habla y tiene poderes. Todo esto sin contar con que una agencia tipo FBI maligna asesinará a todos los que se acerquen a la verdad.

Stranger Thing es un gran homenaje a los ochenta, no sólo por estar ubicada en 1984, también por su paleta de colores, su dirección de arte y su vestuario. Es como agarrar una cinta de video Betamax y ponerla en tu videocasetera. Para complementar el alucine tenemos una banda sonora cargada de rolas de la época, pero puesta en situaciones angustiantes o de suspenso.

Los ocho episodios de la serie hacen referencia a los clásicos de un ícono ochentero: Steven Spielberg. Por un lado tenemos la emoción aventurera infantil de Los Goonies (1985) –en la que Spielberg fue guionista– mezclada con el misterio de Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), la fantasía de la cinta E.T. (1982), pero aderezada con el horror de Poltergeist (1982) y la amenaza de Gremlins (1984).

No podemos hablar de los ochenta sin recordar a la que fuera la reina absoluta de los últimos cinco años de aquella década: Winona Ryder. Stranger Things marca el regreso de la actriz al mundo audiovisual. En la serie interpreta a Joyce, madre soltera de dos hijos, uno adolescente y otro de 11 años que desaparece de la nada sin dejar rastro. Ryder tiene la oportunidad de recordamos por qué era de las más talentosas de su generación, sufriendo la desesperación de una mamá al perder a su hijo y descubrir que algo siniestro no le permite encontrarlo.