Te nombré el silencio
Foto: Cortesía de la producción

Te nombré en silencio, el documental que todo México tiene que ver

Platicamos con el director José María Espinosa sobre esta cinta que nos presenta a Las Rastreadoras, el grupo de madres que salen a buscar a sus hijos desaparecidos

Stivi de Tivi
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Stivi de Tivi
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Las Rastreadoras son un grupo de madres de personas desaparecidas en el norte de Sinaloa, quienes ante la ausencia de las autoridades son ellas las que dos veces a la semana salen con palas, picos y toda la entregada para buscar los restos de sus hijos. 

El joven director José María Espinosa de los Monteros sigue a estas valientes mujeres en el documental Te nombré en silencio que estrena esta semana en los cines del país. Platicamos con el realizador sobre este trabajo y sobre Mirna, el corazón de todo el filme. 

¿Cómo nació este documental?
Nació a través de un proyecto de cortometraje sobre la normalización de la violencia que tenemos en Culiacán y haciendo investigación para este proyecto fui conociendo a diferentes periodistas, activistas y víctimas fue que dimos con Mirna, la entrevistamos para este pequeño corto, pero la historia de Mirna y de su hijo me revolvió todo por dentro porque es diferente recibir tu información a través de terceros, artículos o reportajes, otra estar ahí en frente y sentir. Ese acercamiento me dejó patinando emocionalmente unos días y dije: esto no puede ser parte de algo tan chiquito estamos ante un producto mayor en el que podemos mostrar los matices, los detalles, la profundidad. Días después le propuse a Mirna hacer un largo y ella dijo que sí y ese fue el inició del proyecto.

Mirna es el eje central del filme, pero también es una persona impresionante con una energía, valentía y un sentido del humor divertidísimo. Inmediatamente me convertí en su fan más grande. ¿Cómo lograste que ella no se intimidara ante las cámaras y fuera 100% quien es?
Tuve que construir esa confianza, aunque yo creo que ya teníamos ventajas al ser del norte y de Sinaloa. Yo comparto con ella un sentido del humor muy oscuro y ciertas ocurrencias, gustos, Fue padrísimo que nos abrieran las puertas y me tuvieran la confianza, ¿No? Yo creo que como director es muy importante para primero tu abrirte a ellas para que luego ellas se abran contigo y de esa manera establecer cómo estos vínculos emocionales para tener una película auténtica. Con esto la cámara ya no es algo intrusivo y rompemos la idea de que somos dos grupos, los que filman y quienes buscan, teníamos que volvernos uno y eso fue lo que pasó dentro del rodaje y ha sido la experiencia de mi vida, acompañarlas en todo su dolor, en todo este júbilo, en todo el amor que se tienen y presenciarlo. 

Ahora que mencionas la cámara, en esta película nunca está quieta, se mueve, las rodea, escarba. Tiene vida propia, lo cual nos ayuda a sentirnos que estamos ahí. ¿Por qué?
Justo le das a lo que yo estaba buscando porque yo quería que se sintiera presente, ¿No? Convertirte en una rastreadora más, no solo un punto de vista que estuviera como inmiscuido dentro del grupo. No quería ser un documental como de mosca en la pared porque me parece un poquito más frío, sino que yo quería que la Cámara estuviera en el centro de todo y sin ser intrusivo. Lo que estuviera pasando nosotros íbamos a estar ahí reaccionando y de alguna manera absorbiendo y registrando todos estos momentos auténticos, pero también tiene que ver con nuestro cinefotógrafo y la confianza que tienes con él. Es un trabajo de visera y en ese sentido yo tengo la plena confianza de Daniel Zúñiga, nuestro fotógrafo.

En el país tratar de encontrar la verdad puede resultar bastante peligroso. ¿No les dio miedo meterse en la boca del lobo?
Desde el principio, al imaginarnos lo que van a decir las fiscalías que sabemos están enredadísimas, aunque en este caso no pasó nada, pero estando ya en el terreno ya nos tiraron de balazos, nos perseguían y estas son cosas a las que están “Las Rastreadoras” expuestas en todo momento. Ellas salen a buscar dos veces por semana y es importante decir que, aunque nosotros estuvimos ahí por cierta cantidad de tiempo, la valentía y la resiliencia es de ellas, ¿No? Como director plantee desde el principio que un proyecto no vale tanto la pena para arriesgar la vida de una persona. El día uno yo les dije: no sé qué pueda pasar, pero estamos entrando a una zona de mucho riesgo y ustedes tienen que ser conscientes de esto. 

¿Cómo balancear esta historia tan cruda con la comedia? Porque hay momentos en los que estás llorando y otros en los que no puedes dejar de reír.
Me encanta que digas eso porque es algo de lo que yo más orgulloso me siento de esta película, esta dualidad que existe y es algo que yo no ficción o cree, es algo que incluso me da pena ahorita aceptarlo por qué no te imaginas que puede existir dentro de un grupo está vitalidad y yo ahorita en retrospectiva pues es obvio que no dejan de vivir, que existe una dualidad, este dolor profundísimo, la pérdida, angustia y por el otro lado tienen una entereza frente a la tragedia, esta valentía, las ganas de seguir contando chistes colorados y tomarte unas chelas, bailar y seguir teniendo tu vida normal, bueno, no normal, pero siguiendo con ese ímpetu de querer vivir. “Las Rastreadoras” saben vivir, entonces yo me quedo con eso. Para mí fue muy importante reflejar lo que me encontré, esa luz y esa sombra.

 ¿Cómo te cambió personalmente este proyecto?
Definitivamente si te cambia, soy una persona al iniciar y otra persona al terminar. Yo me quedo con una tristeza inamovible de saber que no estaba antes, de saber en la precariedad en la que se busca y todo el dolor de todas estas madres y todas estas personas que hacen una labor titánica. Todo esto es verdaderamente deprimente y saber que no hemos avanzado en tantos años de búsqueda y esto no es algo nuevo dentro de México. Ese lado es como el lado de la pesadez, pero por el otro lado que es con lo que realmente me quedo, es con las lecciones de vida, la entereza frente a la tragedia. A veces tenemos dentro de nuestra cabeza nuestros problemas, los agigantados y realmente no vemos con objetividad lo que nos está pasando y esto me dio a mí como una nueva visión del mundo, una nueva objetividad y una lección de que todo el mundo vamos a tener tragedias dentro de nuestras vidas y de cómo buscar esa fuerza por dentro para enfrentarlas con la cabeza en alto y con entereza, como hacerle todos los días para salir adelante.

Te nombré en silencio estrena en el fin de semana del Día de las madres, ¿fue a propósito?
No fue coincidencia, queríamos alinearnos con la lucha de ellas, de hecho, el 10 de mayo hicimos una protesta en la mañana en la Ciudad de México. Mirna viajó aquí y la acompañamos en la protesta porque hay muchas mamás que tienen muchísimo que festejar y muchísimas que tienen mucho que protestar. Esto no es para darles voz porque yo no se las estoy dando, este proyecto es para amplificar esa voz y lo que queremos hacer es seguir amplificando la voz.

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