[title]
Por más de 55 años, este rincón ha deleitado a decenas de paladares con un auténtico manjar mexicano: caldo de pollo.
En este local, recubierto de mosaicos de talavera y techos altos al estilo porfiriano, sirven generosas porciones del suculento platillo que va desde los 25 pesos (si se pide sencillo) hasta los 75 (si se acompaña con pierna, muslo o pechuga).
Para acabar con la resaca no hay nada mejor que un caldito con tortillas hechas a mano, salsa molcajeteada y cebollita bien picada. Lo puedes acompañar también con tacos de pollo, servidos con frijoles a manera de quesadilla doradita. Con la primera mordida llegas al cielo. Si lo prefieres, hay sopes con carne deshebrada.
Eso sí, sólo venden agua y refrescos y la orden de tortillas azules cuesta cinco pesos por persona.