1. Foto: Alejandra Carbajal

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  10. Foto: Alejandra Carbajal

Entrevista con Paola Hernández

Platicamos con la diseñadora mexicana que, después de dos años, regresa a México a presentar su colección F/W14

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Paola Hernández es una de las pocas diseñadoras mexicanas que se ha presentado en el Fashion Week de Nueva York. Sin embargo, no por eso deja de tener presencia en México. Su trabajo guarda una relación intrínseca con la filosofía. Su constante exploración de la humanidad la ha llevado a desarrollar una idea que se traduce en cada una de sus piezas. Estuvimos con ella en el backstage de la presentación de su nueva colección y esto fue lo que nos contó.

Estudiabas filosofía... ¿Por qué decidiste estudiar moda?
Cuando decidí estudiar filosofía mi búsqueda era sobre el sentido de mi existencia, sobre comprender por qué estoy aquí y para entenderme mejor a través de la exploración del pensamiento humano.

En el proceso, me di cuenta de que la mejor manera de expresarme era en algo creativo, siempre y cuando me permitiera seguir explorando a la humanidad. Entonces pensé: algo creativo que tiene que ver con la humanidad es moda, porque es una creación que se usa todos los días, en la vida cotidiana. Y, aunque como diseñador creas una idea, al momento de que alguien usa esa prenda, la idea de sigue transformando. Eso me encanta. Me gusta que en la moda las ideas no se concluyen, se siguen transformando por mucho tiempo.

Decidí hacer experimentos que yo usaba y que a la gente le gustaba. Fue así como decidí irme a Londres a estudiar moda formalmente. Regresé con la idea de crear una marca que tuviera mi nombre y, sobre todo, que estuviera inspirada en conceptos filosóficos. Todas mis colecciones nacen a partir de una idea o una exploración que hago personalmente.

¿Cómo fue el proceso de encajar la idea de las humanidades en un campo que muchas veces se percibe como superficial? ¿Cómo encajar todas esas piezas para que tu ejercicio tuvieran sentido para ti como filósofa?
La belleza es algo que mueve a esta industria. Al final, para todas las personas que trabajan en la moda -fotógrafos, estilistas, diseñadores y modelos- hay algo más profundo que eso.

Una de las ideas de mi marca es que sirva para que la gente se descubra a sí misma, no para que se cubra. La moda es una expresión de quién eres. En ese sentido, yo no lo veo desde una perspectiva superficial, lo veo como un descubrimiento de adentro hacia afuera.

Las ideas que inspiran tu colección vienen a partir de...
Los libros que leo, del yoga, de meditaciones...

Entonces, ¿qué retomas de todo eso en esta colección?
La colección está basa en honrar que todo está interconectado: lo que haces un día en tu vida, repercute otro día en otra cosa. Lo que haces un día en algún lugar, le afecta a otra persona en otro lugar. Un poco el efecto mariposa.

Decidí nombrar a la colección Aleph, porque creo que es una representación de la unidad. Por supuesto, también tiene que ver el libro de Borges, en el que dice que desde el Aleph puedes ver todos los puntos del universo.

Retomando tu estancia en Londres, ¿cómo fue regresar a México, un país donde la industria de la moda es mucho más pequeña y más difícil?
Cuando regresé me dio una pequeña depresión. Las diferencias son muy notorias: en Londres vas por la calle inspirándote de todo lo que ves, la gente se viste increíble. Aquí, vi que todo era un poco aburrido. Después, conocí a un montón de diseñadores mexicanos, como Marvin y Quetzal, que no son nada aburridos, todo lo contrario: crean nuevas ideas.

Formamos un grupo de amigos diseñadores que empezábamos al mismo tiempo. Hacíamos ventas en Garash Galería, en la Roma. Luego empecé a hacer shows... Me dí cuenta de que las puertas en México se me abrieron muy fácil y orgánicamente. Primero los conocí a ellos, luego a gente de medios y demás actores... Así empecé a conocer al mundo de la moda en México.

¿Cuál es tu perspectiva de ese mundo?
Hay buenas propuestas de diseñadores mexicanos jóvenes, pero también creo que la industria necesita crear nuevas ideas. Por eso escogí hacer un desfile aquí, porque puedo ponerle otro formato. Es mi desfile, mi lugar, mis invitados. Es mucho más íntimo. Eso vengo a proponer.

En México pasa que cuando se crea un grupo de diseñadores, todos se casan con ellos.  Son los que se presentan en plataformas como el Mercedes Benz Fashion Week, dejando de lado el impulso al talento joven. Desde tu perspectiva ¿cuáles son los diseñadores que están haciendo cosas interesantes?
Estoy totalmente de acuerdo. Hay muchos chicos emergentes que hacen cosas interesantes y que no están tan difundidos. Recuerdo a una chica francesa que vino a vivir a México, estudió arquitectura y ahorita está en moda. Sus piezas son bastante geométricas, estructuradas, blanco con negro... Me gusta mucho.

¿Por qué decidiste hacer la pasarela en esta galería?
Mucho de lo que me inspira, además de la filosofía, es el arte. Por ejemplo, la paleta de color que utilicé en Aleph, está basada en una pintura que hizo mi esposo, Michael Kagan. En general la música y el arte me inspiran mucho. Siempre estoy creando cosas con gente que pertenece a estas ramas. Entonces decidí que una galería era un espacio muy ad hoc para eso. Es pequeña, íntima y blanca. Me gusta que sea un lienzo que permita que las modelos y la ropa sean los protagonistas.

Hablando de la ciudad, ¿cómo te inspira el DF?
La parte mexicana que más me inspira tiene que ver con una cosa muy íntima que tiene los mexicanos por lo espiritual, con lo mágico. Creo que la cultura mexicana tiene una conexión mágico/espiritual y siento que, en ese sentido, mis colecciones tiene esa energía.

Entonces, ¿cuál es la esencia de tu marca?
Es mí logo: dos corazones que representan la dualidad del mundo. En medio forman un tercer corazón que nace de los dos corazones, representa la unidad. Esa búsqueda de unidad entre opuestos. Me gusta jugar con opuestos, por eso contrasto los colores.

Arriba de eso, en el logo hay un hoyo arriba de una cruz. El hoyo representa lo femenino, lo que contiene, lo que hace que las cosas sucedan, la madre tierra, lo que hace que las plantas crezcan. Y lo masculino, que es la acción, lo que hace que las cosas sean...

Creo que es un balance entre lo masculino y lo femenino. Pienso que algunas de mis piezas son andróginas. Me encantaría crear una colección que fuera completamente unisex. No lo hemos logrado eso por diferentes cosas técnicas, porque hay una gran diferencia en cómo se cierra cada prenda... Pero trato de desarrollar cosas que sean unisex.

¿Las tendencias mundiales influyen?
Sí. Ahorita es una gran tendencia cómo todas las disciplinas están interconectadas. Cómo el arte, el diseño y la música participan en lo mismo. Antes, cada área estaba muy delimitada.

¿Qué viene para tu marca en el futuro?
Me gustaría abrir una tienda en nueva york, una tienda tal cual en la calle. Ahorita sólo tengo un espacio que funciona como showroom por cita, pero  creo que en el futuro me gustaría tener una espacio que estuviera abierta al público.

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